En la Secretaría de Salud (Ssa), por medio del Consejo Nacional Contra las Adicciones y la Dirección General de los Servicios de Salud Mental, se dio a conocer el programa específico de demencias y trastornos asociados, ubicado a la altura de otros que se llevan a cabo en países desarrollados.
El propósito del programa es desarrollar acciones para mejorar la calidad de vida de mujeres y hombres con padecimientos demenciales o deterioro intelectual, lo mismo que de su entorno inmediato mediante el manejo integral.
Sus objetivos se basan en ejes como la planeación, la educación para la salud, la detección temprana, el tratamiento adecuado, la rehabilitación, la reinserción social, la investigación y la normatividad.
La desestigmatización de la enfermedad es uno de los principales retos de la dependencia y, en la medida en que la sociedad y la familia puedan identificar este padecimiento, los afectados podrán ser beneficiados y recibir una atención oportuna y eficaz.
De igual manera la elaboración de materiales didácticos para los médicos no especialistas, cuidadores y familiares es tarea sustancial de este programa, fomentando la creación de redes de apoyo para los enfermos de alzheimer y sus familiares.
En cuanto al tratamiento, se crearán clínicas de memoria en los hospitales siquiátricos y los centros de salud familiar, orientadas a tener un enfoque integral del problema para evitar el rápido deterioro.
Estas clínicas desarrollarán acciones en prevención, tratamiento, seguimiento y evolución del paciente combinadas con actividades de sicoeducación e investigación básica y farmacológica, compartiendo sus bases de datos para tener un conocimiento epidemiológico preciso.
Se calcula que mientras en el mundo hay 20 mil millones de personas con padecimientos demenciales, en México son 600 mil, mujeres y hombres con algún tipo de demencia. De esta cifra se calcula que 60 por ciento corresponde al alzheimer.
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