Soledad Jarquín Edgar junto a su familia
México, DF, 4 mayo 07 (CIMAC).- El caso Castaños manejado a través de la nota informativa le mereció a Soledad Jarquín Edgar, corresponsal en Oaxaca de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC), el Premio Nacional de Periodismo.
Pero, sobre todo, dijo ella al recibir la distinción en el Lunario del Auditorio Nacional, «Castaños me mostró que puedo ser una periodista madura y eso es lo más importante».
«Violación ejercida por militares» publicado en el portal www.cimacnoticias.com el 7 de agosto del 2006 fue el texto ganador en la sexta emisión del Premio Nacional de Periodismo.
La importancia del premio dice Soledad, es que se trata de una nota de mujeres, de violencia, que merecía estar en los medios. Espero que el premio le otorgue un lugar más visible, que la gente ponga los ojos en Castaños.
Confiesa que cubrir este proceso, donde 13 mujeres fueron violadas por militares, junto con la violencia vivida en Oaxaca el año pasado, han sido las dos cosas más difíciles en su carrera periodística.
«Viví un 2006 muy, muy presionada, muy desgastada del corazón, era muy pesado para mi salir de Oaxaca sabiendo lo que estaba pasado. Como periodista me sentía muy dividida pero todo salió muy bien.»
Sin embargo, dice emocionada, «me siento satisfecha, muy satisfecha porque es un regalo que no te esperas».
«No vives casada con la idea de que algún día te lo van a dar. Tu haces el trabajo y un día te hablan y te dicen que te ganaste el Premio Nacional de Periodismo y te sientes contenta contigo misma y con la gente con la que trabajas».
«Te das cuenta que todo lo que ha pasado y todos los esfuerzos en ese momento tienen y recobran un valor muy grande. Tu sabes lo que es estar todos los días ahí sentada y luchar porque esas notas sean verdaderamente tomadas en cuenta».
Por eso ayer durante su discurso y luego de recibir el premio junto con Lucía Lagunes Huerta, directora de CIMAC, Soledad dedicó el reconocimiento «a las mujeres de Castaños que esperan justicia y a las mujeres de Oaxaca que esperan el cambio»
Y «a las mujeres de este país que resisten porque están seguras que este México puede ser mejor para todas y todos».
«Gracias», dijo, «a quienes me ensañaron a cuidar a otras mujeres y a quienes nos enseñaron que el periodismo tiene muchas voces y no sólo las voces del poder».
LA CEREMONIA
Soledad Jarquín Edgar (der), junto a Sanjuana Martínez, de La Jornada
Esta sexta edición del Premio se vio marcada por el exhorto de todos los periodistas para que se aclaren y detengan los asesinatos y desapariciones de periodistas en el país.
Los miembros del jurado, académicos, reporteros, fotógrafos, camarógrafos y público en general, rindieron un homenaje póstumo a los periodistas asesinados y desaparecidos.
«Peor crimen que el que ha sucedido sería olvidarlos», dijo Ricardo Rocha, maestro de Ceremonias.
En lo que va del sexenio han sido asesinados 6 periodistas y hay cuatro desaparecidos, mientras que en el 2006 fueron asesinados 10.
Por ello, para Lydia Cacho, quien fue miembro del jurado, el Premio Nacional de Periodismo es fundamental para reconocer a las y los colegas que están haciendo trabajo en todas partes que aún no han sido reconocidos y actualmente están haciendo «un trabajo extraordinario, y sentarnos juntos para saber que no estamos solas y solos a veces es suficiente», dijo en entrevista con Cimacnoticias.
Aseguró además que es fundamental haberle entregado el premio a la nota «Violación Ejercida por militares».
Cuenta que durante la discusión dentro del Jurado para decidir quién sería el galardonado, el Director del periódico Excélsior y Denise Maerker manifestaron haberse basado en dicho trabajo para sacar datos sobre el caso.
«Algo que me parece que es importante en esta nota en particular, dice Maerker, es que en este momento, en que el Felipe Calderón está dispuesto a proteger a los militares a pesar de que violan a las mujeres cuando llegan a los poblados, llega una nota como ésta que después de tantos meses sigue siendo vigente. Es decir, lo que se escribió en esa nota, cuando los sucesos se dieron hoy en día, sigue siendo vigente».
«Y el Excélsior también lo dijo, ellos tomaron como base de investigación la nota de CIMAC y hasta ahora la mejor nota que ha salido, dicho por el director de Excélsior, es la de esta agencia».
Soledad Jarquín Edgar, Lydia Cacho y Lucía Lagunes
Durante la ceremonia, fueron galardonados, además de Soledad, Sanjuana Martínez, de La Jornada, por el reportaje Pederastia clerical; Alejandro Almazán, de la Revista Emeequis, por su crónica «Los Buchones»; Luis Guillermo Hernández, de Diario Monitor, por su entrevista «Los niños de la furia»; Daniel Aguilar Rodríguez, de Reuters y La Jornada, por su trabajo fotográfico «Oaxaca»; la dramaturga Sabina Berman, de la revista Letras Libres, por su artículo «Felipe Calderón, las tribulaciones de la fe».
Rafael Hernández, de la Revista Vértigo, por su caricatura «Voces de Bronce»; Leopoldo Gómez González, de Televisa, por la mesa de análisis Tercer Grado, durante diciembre de 2006; Hansel Vargas y David Domínguez, del Diario de Yucatán, por su trabajo «Cese de consejeros electorales», en la categoría Transparencia y acceso a la información; y los Hermanos Mayo, ganadores por su trayectoria periodística. El premio en la categoría Orientación a la Comunidad se declaró desierto.
El jurado para esta sexta edición del Premio estuvo conformado por Alberto Barranco, Ciro Gómez Leyva, Denise Maerker, Gabriela Warkentin, Hernán Casares, Lucrecia Lozano, Lydia Cacho, Ma. Elena Hernández, Martín Pérez Cerda, Pascal Beltrán, Pedro Valtierra y Rubén Álvarez.
07/HVR/GG
