Al rendir su primer informe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a defender el presupuesto destinado a los programas sociales, al indicar que su iniciativa de Presupuesto de Egresos propone 77 mil 396 millones de pesos –10 por ciento más en relación al anterior ejercicio presupuestal–, de los cuales 12 mil 52 millones serían canalizados a la salud, educación y vivienda.
Al filo de las 10: 30 horas el jefe del gobierno capitalino arribó a la Plaza de la Constitución que fue abarrotada por contingentes de organizaciones sociales y políticas, aunque también por una multitud de personas de la tercera edad y discapacitados que en sillas de ruedas, bastones y muletas y en medio de grandes dificultades llegaron hasta la plancha del zócalo capitalino.
Desde un templete instalado frente al edificio del gobierno de la ciudad, López Obrador sostuvo que los programas sociales no pueden ser rechazados sin que exista el debate público «porque se trata de un asunto de fondo». Insistió en que el presupuesto para este rubro no deben ser objeto de regateo de élites políticas, porque se trata del dinero del y para el pueblo.
López Obrador aseguró que ha cumplido con sus promesas de campaña, al menos con 34 de sus 40 compromisos básicos e inició la larga lista de acciones. Dijo que hasta ahora no se han registrado despidos injustificados, y que por el contrario, los trabajadores del gobierno de la ciudad recibieron el 11 por ciento de incremento salarial.
Expuso que tampoco hubo aumento a los impuestos, obteniéndose por este concepto hasta un 15 por ciento más en relación al año pasado vía la incentivación al contribuyente.
Indicó que través de su plan de austeridad se redujo un 15 por ciento los sueldos de altos funcionarios, se limitaron los viajes al extranjero, se recortaron escoltas, no se remodelaron los edificios públicos con lo que se logro un ahorro de tres millones 557 pesos que fueron destinados al desarrollo social.
Detalló que en este último año, 250 personas de la tercera edad resultaron beneficiadas con tarjetas que les permiten hacer efectivos 600 pesos en centros comerciales, al explicar que el propósito es lograr la pensión universal en la Ciudad de México, y garantizar a este sector de la población la atención a su salud y medicamentos.
Por otro lado, se benefició a 16 mil 667 hijos e hijas de madres solteras con un apoyo también de 600 pesos como una forma de contribuir a evitar la desintegración familiar.
Durante este año que finaliza, señaló, se distribuyeron 100 millones de raciones alimenticias en escuelas primarias y libros de texto para secundaria. Igualmente se otorgaron más de 18 mil apoyos económicos para proyectos productivos en el medio rural de la ciudad, y se realizaron en total más de 31 mil acciones de apoyo a la vivienda.
En el tema educativo, el jefe del gobierno de la Ciudad de México rechazó la privatización de la educación, al informar que se crearon en la ciudad 15 escuelas preparatorias así como la Universidad de la Ciudad de México.
Anunció luego la creación del primer parque industrial en Azcapotzalco, que con una inversión de mil 500 millones de pesos permitirá la instalación de empresas de punta y la generación de empleo.
En tema de la inseguridad reconoció que siguen operando en la capital muchas mafias y persiste la delincuencia de cuello blanco, no obstante llamó a crear un frente común entre el gobierno y la sociedad civil para combatir este flagelo.
En la parte final de su informe, Andrés Manuel López Obrador, negó ser populista y dijo aspirar a una ciudad sin excluidos, donde toda su población esté protegida ante «la incertidumbre económica, las desventajas sociales y otras calamidades».
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