Integrantes del Colectivo por la Seguridad con Democracia y Derechos Humanos, consideraron que la violencia ejercida contra la población de San Salvador Atenco en mayo pasado, evidencia las deficiencias en el sistema policial de nuestro país.
Sigrid Arzt de la organización civil Democracia, Derechos Humanos y Seguridad, A.C. (DDHS) y la antropóloga Elena Azaola, calificaron los hechos de Atenco, como «una brutal represión» por parte de la policía que participó en el operativo en esta entidad mexiquense.
Cabe recordar que la policía ingresó al pueblo de San Salvador Atenco con la orden de aprehender a los líderes del Frente Popular por la Defensa de la Tierra, pero como uno de los mismos policías estatales declaró en un testimonio para el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, «ni siquiera ellos sabían quiénes eran».
Sin embargo, aunque en el operativo se detuvieron alrededor de 200 personas de las cuales 49 eran mujeres, la violencia utilizada contra éstas fue extrema. Las mujeres fueron violadas, humilladas por su condición de mujer y abusadas sexualmente por policías durante su traslado al penal de Santiaguito.
El Colectivo indicó que el abuso y maltrato policial ejercido «ponen en cuestión el fundamento mismo del Estado democrático de derecho» al tiempo que criticaron la falta de un mandato y orientación claros de los cuerpos policíacos y de las instituciones encargadas de impartir justicia.
Y es que los altos mandos policíacos estatales y federales continúan minimizado y en algunos casos negando, las agresiones sexuales hacia las mujeres por parte de sus subordinados, poniendo en tela de juicio la credibilidad y palabra de éstas, pese a que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), ha dicho que existen evidencias de que sí ocurrieron violaciones contra 7 mujeres y agresiones sexuales a 16 más.
Además, los integrantes del Colectivo señalaron que continúan las prácticas de abuso, discriminación y simulación de servicio civil de carrera y criticaron el que «no se provea a los policías de las condiciones mínimas para prestar un servicio profesional ni para la protección individual y colectiva de sus derechos».
Muestra de ello, es la exculpación de 50 policías, en días pasados, a través del célebre «detector de mentiras» o la prueba del polígrafo, pese a que como lo refirió Encarnación Boledón, de la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos y especialista en género y derecho, dicha prueba «es insustentable desde el punto de vista neuro-fisiológico, por la baja fiabilidad de sus resultados y jurídicamente, nunca podría ser considerado una prueba con valor probatoria».
Entre otras cosas, el Colectivo denunció la falta de un organismo independiente que se encargue de monitorear los actos abusivos ilegales y la incapacidad de las autoridades para resolver los conflictos de manera pacífica y a través del diálogo así como la deficiente capacitación y actualización en la formación de policías, en su reclutamiento y en el equipo que utilizan.
El Colectivo está integrado por académicos, especialistas en el tema, investigadores y sociedad civil, que discutirán sobre diferentes temas relacionados con la seguridad nacional y pública, y analizarán el papel de las distintas instituciones encargadas de velar por la seguridad de las y los ciudadanos.
Su objetivo es la creación de documentos con propuestas relacionados con la seguridad que serán presentados a las autoridades responsables de ésta y a los candidatos presidenciales, senadores y nivel estatal del área de seguridad a través de foros, conferencias y ruedas de prensa locales y estatales.
Entre los fundadores se encuentran Sergio Aguayo, de El Colegio de México (Colmex); Arturo Alvarado (Colmex), Emilio Alvarez Icaza de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y Sigrid Arzt de la organización civil Democracia, Derechos Humanos y Seguridad, A.C. (DDHS), entre otros.
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