Elvira Arellano aseguró que a las y los legisladores y al presidente Bush «les faltó valor político para resolver el problema de la inmigración indocumentada, que está en seria crisis», y llamó a «levantarse» a los 12 millones de trabajadoras y trabajadores indocumentados y a las cerca de cuatro millones de familias que viven aterrorizados por el temor a la deportación, «a ponerse de pie dignamente» y luchar porque este año, antes del proceso electoral presidencial, este país cuente con una nueva ley migratoria integral.
«Que agarren al toro por los cuernos» y resuelvan el problema de raíz, añadió la activista, quien el próximo 12 de septiembre saldrá de su santuario para elevar sus plegarias en «The Mall», detrás del Congreso Federal en Washington, histórico lugar estadounidense.
Arellano, quien ayer cumplió un año como refugiada en la iglesia Metodista Unida Memorial Alberto de Chicago, afirmó a Cimacnoticias vía telefónica que sabe del riesgo que corre. Es posible que migración me detenga y me deporte, dijo, pero no puedo quedarme con los brazos cruzados.
«El director de migración anunció el viernes pasado fuertes medidas en contra de la inmigración indocumentada, habrá más redadas y más deportaciones. Y yo no soy la excepción, soy una más».
— Es un reto a la autoridad, Elvira- se le pregunta.
— No, no es un reto, es el hecho de traer a la luz lo que no quieren ver. Hay una crisis en el país y los indocumentados estamos inmersos en esto. Los políticos ya aceptaron que se requiere un cambio, pero no tuvieron el valor político. Y bueno, no pueden ignorar el problema. Y en este momento no queremos que pase lo mismo con el nuevo presidente. No podemos esperar.
Narró a esta agencia que en este momento en Chicago se viven una crisis muy grave, con los anuncios de la ?no match?:
«No podemos quedarnos quietos. Las familias tienen que comer, tienen propiedades, quién va a pagar? en fin, es un caos. Tenemos que hacer algo, tenemos que levantarnos», insistió.
A MÉXICO LE FALTA VALOR
— Y México, ¿qué dice, qué te contestan a tus peticiones de ayuda?
– México no se puede meter en la política de otro país, no se puede meter, pero también le falta valor político. También, como a los americanos, le hace falta agarrar al toro por los cuernos. Lo que debería de hacer es no firmar ningún tratado de libre comercio hasta que resuelva el problema de sus connacionales. Pero, por el contrario, no hace nada.
Elvira habla de sus temores y sobre sus razones para decidir ir viajar a Washington:
«Después del fracaso en el Senado, todo se quedo callado. Ningún político volvió a tocar el tema. Y no se digan las organizaciones grandes defensoras de los y las inmigrantes indocumentadas en el país. La inmigración indocumentada está haciendo crisis, está en crisis desde hace muchos años. Es necesario darles una sacudida y es por eso que decidí levantarme. Es necesario que la gente se levante. Y que sea frente al Capitolio. El miércoles 12 de septiembre, desde las 2 p.m. hasta las 10 p.m., será una vigilia de oración. El futuro de mi hijo esta en sus manos».
Y añade: «Tarde o temprano me deportarán y ¿qué pasara con el futuro de mi hijo? No sé todavía lo que me deparara mi salida de la iglesia, pero sé que debo de luchar y no solamente irme. Mi hijo está bien aquí, este es su país. Quiero quedarme aquí en este país con mi hijo».
La solución de la inmigración indocumentada se debe de dar antes de las elecciones presidenciales, añade. «Nuestra gente no es tonta, ya no quiere más atole con el dedo. Todos y todas queremos una solución. Tienen que remediar la situación».
Indica la mexicana que «el problema no es solo Elvira Arellano, sino millones de familias y muy en especial las de las familias mixtas».
Vuelve al punto del problema migratorio:
«Ni demócratas ni republicanos hicieron lo suficiente. Por lo que les daremos una ayudadita, tienen que retomar el tema en septiembre cuando regresen. Legislar y dar solución. A ver, ¿qué les parecería un presidente independiente?».
«Yo voy a luchar por mí y por mi hijo. Luchemos por la unidad de nuestras familias. Ponte de pie y lucha por tu familia, por tu dignidad. Si no, quédate en tu casa con los brazos cruzados», dice enfática.
Por el momento son dos camiones los que tienen contratados para que viajen integrantes de la organización que preside, Compañía Familiar Latina Unida.
Elvira dice que no se considera un símbolo del movimiento migratorio estadounidense:
«Me considero una madre que quiero luchar y no irme deportada. Por eso es que lucho y lucho con mucha dignidad».
— ¿Pero no tienes miedo de que te detengan y te deporten?, le insisto.
No me considero una persona peligrosa, sé que me pueden detener cuando quieran. No soy diferente a ningún otro. Solo les daré una ayudadita.
Por su parte, Ema Lozano, presidenta de Pueblo Sin Fronteras, dijo que si los y las trabajadoras indocumentadas no pueden ir a Washington por razones obvias de peligro, los exhorta a no ir a trabajar, ir a la escuela ni comprar. «Se debe de presionar para que retomen la reforma migratoria».
Saúl, el hijo de Elvira Arellano, recorrerá varios estados y ciudades estadounidenses en búsqueda de apoyo y ayuda. En Nueva York, donde estará 7 y 8 de septiembre, pretenderá entrevistarse con el alcalde Bloomberg y congresistas. Después alcanzará a su mamá en Washington.
Mientras tanto, en Michoacán la madre de Elvira se fracturó un pie. No pudo levantar la cosecha de calabaza y perdieron la esperanza de alimentarse bien el resto del año. «Es muy difícil la vida en México», concluye Elvira.
07/LPB/GG/CV
