Las niñas y niños en Chiapas, viven situaciones extremas de explotación, autoritarismo y violencia, como consecuencia de la guerra que persiste aún en la entidad a partir del levantamiento armado de 1994, señaló la integrante del Grupo de Mujeres de San Cristóbal, Martha Figueroa Mier.
Dijo que la niñez chiapaneca, se ha convertido en objeto y objetivo de guerra, por su alta vulnerabilidad, por ello, son las principales víctimas directas e indirectas de los actos de terrorismo, amenazas de muerte, tortura, desapariciones, violación y desplazamiento, con las traumáticas consecuencias físicas, sociales y psicológicas que padecerán para toda la vida, en especial las jóvenes y las niñas.
Durante el Foro sobre niñas y niños indígenas, organizado por las comisiones unidas de Asuntos Indígenas y Especial de la Niñez, Adolescencia y Familias, realizado en el palacio legislativo de San Lázaro, destacó que la llegada de militares produce encarecimiento y desabasto, promueve la prostitución y otras indeseables consecuencias sociales.
Recordó que en Chiapas, al igual que en otras partes del mundo, la mayoría de la población desplazada, vive una permanente crisis económica, y se observa un notable aumento en los índices de violencia familiar y sexual.
La violencia, reveló la abogada, contra las mujeres es más invisible dadas las dificultades prácticas para denunciar y la prepotencia y desprecio con que son tratadas, cuando reclaman por los derechos de sus familiares o los de ellas.
Todo ello aunado a la inadecuada legislación que es sexista e incluso represora y que las deja prácticamente en estado de indefensión y subordinadas a un sistema institucional y jurídicamente injusto, «por ello en Chiapas robar a una vaca sigue siendo un delito más grave que la desaparición de una mujer ya que esto es considerado un delito menor llamado rapto».
Dio a conocer que en la entidad, en el caso de las niñas son las que tienen menos acceso a la educación, son las primeras en abandonar la escuela. Asimismo, el estado ocupa los índices más altos de muerte materno infantil, y a la vez de alta fecundidad.
En la entidad, concluyó, se requieren realizar acciones inmediatas, para erradicar la violencia, acceso a la educación así como una legislación más equitativa hacia la población infantil indígena de la entidad.
2004/RGL/LR