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Demandan mayor presupuesto para atender a víctimas de trata

La directora del Centro de terapia de apoyo a víctimas de delitos sexuales (CTA), de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), demandó un mayor presupuesto para la atención a víctimas de trata con fines de explotación sexual, de las cuales, 8 de cada 10 son mujeres menores de edad.

María de los Ángeles Haces Velasco, dijo en entrevista con Cimacnoticias que son limitados los recursos humanos y materiales para ayudar a las víctimas a superar lo vivido y propiciar su reinserción académica o laboral.

Haces Velasco refirió que la atención a las víctimas debe avanzar a la par del seguimiento jurídico y la persecución de los tratantes, pues en estos dos últimos aspectos se «está haciendo mucho, y la atención se queda atrás».

Y añadió que «en la parte de la atención y la capacitación se tendría que estar apostando más, pues para atender a una víctima de trata requieres de profesionales en medicina, trabajo social, psicología, se necesita una atención multidisciplinaria y en esa parte se debería hacer más hincapié», opinó.

FALTAN REFUGIOS

En la Ciudad de México existen dos refugios de alta seguridad donde actualmente reciben atención «suficiente, pero limitada», 50 de las 61 víctimas de trata rescatadas en los cuatro operativos que en 2009 realizó la PGJDF, en nueve hoteles capitalinos.

En estos refugios, uno de los cuales pertenece a una organización de la sociedad civil (OSC), y el otro depende de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra Mujeres y Trata de personas (Fevimtra), las mujeres pueden permanecer de 4 a 6 meses.

En el de la OSC, sólo son aceptadas las niñas y adolescentes, en Fevimtra «no tenemos problema con la edad», indicó, pero en ambos refugios la estancia es breve en comparación con el tiempo que necesitan para recuperarse.

Además, de los seis centros de atención a víctimas de violencia, sólo en CTA brindan atención a las víctimas de trata.

Las víctimas de trata son rescatadas en operativos y puestas a disposición de la Fiscalía de delitos sexuales de la PGJDF, ya en ese espacio les ofrecen servicios de atención médica, psicológica, en el caso de las menores de edad, la condición es que se refugien.

Una vez refugiadas, les dan terapia, para que resarzan sus duelos y su falta de vínculos fuera de los tratantes.

El refugio de Fevimtra es el único de alta seguridad para víctimas de trata a nivel federal y local, ya que a la fecha ningún gobierno ha invertido en la creación de un refugio para estas personas.

En el DF se necesitan más refugios para el momento en el que las víctimas son recuperadas, en los que puedan permanecer hasta un año y medio después de su rescate, éste es el tiempo estimado para su recuperación.

«CASAS DE MEDIO CAMINO»

Además de los refugios de máxima seguridad, los cuales «sirven en un primer momento», se requieren de «casas de medio camino», que no existen en el DF.

Las llamadas casas de medio camino consisten en una segunda estancia donde ellas puedan estar seguras, hasta lograr su reinserción escolar o en el mercado de trabajo. «Cuando ellas empiezan a recuperar su proyecto de vida, no deberías decirles: ya acabaste, ya vete a la calle, porque no tienen redes de apoyo».

Estos espacios de medio camino sirven para que se fortalezca su confianza. Y un tercer paso sería que lograran tener vida independiente.

Para lograr este «ideal» de atención a víctimas de trata, los refugios deben tener acuerdos con la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo, para que al salir tengan oportunidades.

MODELO DE ATENCIÓN

La funcionaria consideró que es preciso repensar un modelo de atención que garantice la reinserción en la vida académica, laboral y familiar, así como las «casas de medio camino», que no existen en el país.

Se considera una necesidad porque las víctimas de trata pierden totalmente a su familia y amistades «el tratante les corta sus redes de apoyo, e incluso les cambia la identidad».

La especialista agregó que la manera en que coptan a estas mujeres es múltiple por un lado las vuelven adictas a las drogas, las enganchan quitándoles a sus hijas e hijos, amenazándolas con asesinar a su familia, les cortan cualquier contacto. «Por eso cuando son rescatadas se sienten muy solas, porque realmente lo están».

Por lo que resarcir estos vínculos no es un proceso que lleve cuatro o seis meses, no puedes reparar un delito tan grave en ese tiempo, se necesita un proyecto mucho más a largo plazo.

«Fevimtra dice: ‘cuando ya estén más o menos listas para salir ¿a dónde las mando?’» concluyó.

10/GCJ/LR/LGL

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