El exprocurador de Justicia de Estados Unidos, Ramsey Clark y la abogada por los derechos civiles Mara Verheyden-Hilliard, demandarán al presidente estadounidense George Bush por invadir Irak contra la voluntad de su pueblo, informaron hoy a cimacnoticias fuentes del comité Answer.
Esta sería la tercera ocasión en que grupos ciudadanos utilizan el recurso legal llamado «impeachment» para pedir la renuncia de un funcionario estadounidense por considerarlo incapaz de llevar las riendas de la nación. Anteriormente fue utilizado contra el expresidente William Clinton, sin que prosperara y contra el también ex mandatario Richard Nixon, quien renunció antes del fallo.
La demanda está en la fase de documentación, informó vía telefónica desde Washington Macrina Cárdenas, directora de la Red de Solidaridad con México. Puso en tela de juicio las encuestas de popularidad de Bush, que indican se encuentra por arriba de los 74 puntos porcentuales.
«No hay apoyo del pueblo estadounidense en general al gobierno, no tengo manera de contabilizarlo pero en esta ciudad no se ve» argumenta la mexicana perteneciente al Comité Ejecutivo de la campaña International Answer, impulsores de las protestas contra Bush desde el 11 de septiembre del 2001.
Las organizaciones, que rechazan la invasión a Iraq –puesto que no es una guerra, aclaró—van más allá de los tradicionales grupos de protesta constituidos por estudiantes y otros activistas.
«Lo que quiero hacer notar es que es importante que las personas fuera de Estados Unidos sepan que el pueblo (de Estados Unidos no apoya pasivamente la invasión.»
En la capital estadounidense las personas están confundidas y asustadas, asegura Cárdenas, en plantón constante frente a la Casa Blanca desde el miércoles pasado. Oficialmente, la ciudadanía está en alerta máxima al tiempo que las televisoras transmiten los avances de Estados Unidos sobre Iraq como si fuera un juego de fútbol.
La ciudadana mexicana, ex directora en Nueva York del Ministerio Hispano para Migrantes recordó que los soldados tomados como prisioneros el pasado fin de semana en Irak serían nuestros connacionales, puesto que todos los soldados texanos tienen ascendencia mexicana.
Sin embargo, será difícil verificar esta información y otra sobre la identidad de los militares como parte de la estrategia del secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld.
MR/MEL
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