Una investigación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) revela que los niños acogidos en instituciones –desde orfanatos a centros de detención- son «extremadamente» vulnerables a los maltratos y que la falta de datos convierte el fenómeno en un problema invisible.
«La violencia contra los niños y niñas que viven en instituciones es un problema en todos los países de Europa y Asia Central», dice el informe de UNICEF, realizado a raíz de las investigaciones llevadas a cabo de cara a la celebración de la Conferencia Regional sobre la Violencia Contra los Niños y Adolescentes que tendrá lugar en Eslovenia a principios de julio y que formará parte del estudio del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre violencia contra los niños que se publicará en 2006.
La falta de estadísticas que permitan saber exactamente el número de menores acogidos o internados en estas instituciones –los cálculos más moderados consideran que son alrededor de un millón- provoca que este fenómeno se convierta en un problema invisible y dificulta la búsqueda de una respuesta eficaz a esta situación, informó Canalsolidario.
«Los niños y niñas que viven en las instituciones son extremadamente vulnerables. Están en un entorno cerrado, separados de la sociedad. Y cuanto más cerrado es este entorno, mayor es el riesgo de violencia y más improbable es que sea denunciado», afirmó Maria Calivis, directora regional de UNICEF para Europa Central y del Este y la Comunidad de Estados Independientes.
Los estudios realizados en diversos países de la zona confirman esta realidad. En el Reino Unido, las entrevistas realizadas a 71 jóvenes que viven en instituciones revelaron que 62 habían sufrido violencia física por parte de otros menores y la mitad habían sido víctimas de malos tratos que incluían desde ataques con cuchillos, patadas y puñetazos, a daños a la propiedad personal y amenazas.
Un reportaje en Kazajstán mostraba que el 80 por ciento de los niños que se encuentran en escuelas residenciales reciben tratos «crueles» y una investigación realizada en Irlanda recogió 3 mil quejas, el 60 por ciento correspondiente a personas mayores de 50 años que sufrieron malos tratos en instituciones cuando eran menores.
VIOLENCIA EN LOS CENTROS DE DETENCION
Según UNICEF, la situación en el ámbito de los centros de detención de menores es especialmente alarmante y los delincuentes juveniles corren un alto riesgo de maltrato durante las primeras etapas de su retención.
El Comité de los Derechos del Niño ya ha planteado los casos de miembros de la policía que maltratan a niños y adolescentes bajo custodia policial en Albania, Francia, RumanIa, Suiza, Georgia, Ucrania y Uzbekistán.
En Alemania hay pruebas que revelan casos de amenazas, chantajes e incluso violaciones contra jóvenes, y en Croacia existen testimonios de que el personal penitenciario ha golpeado a jóvenes con puños y bastones.
De cara a la conferencia del mes de julio, UNICEF pide a los países asistentes que promulguen leyes que prohíban todas las formas de violencia contra la infancia en instituciones, escuelas y hogares; utilicen la institucionalización o detención de los menores como último recurso, seleccionen bien al personal que trabaja con lo menores y aseguren que estén bien calificados y establezcan mecanismos para que los afectados puedan presentar cualquier tipos de queja.
2005/GM
