La Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) y ginecólogos del hospital General San Juan de Dios, repudiaron aquí el maltrato y el acoso sexual que reciben las reclusas de parte de los agentes de seguridad en el centro asistencial.
Los médicos de las clínicas de ginecología y obstetricia de dicho hospital, aseguraron que los agentes de seguridad que custodian a las detenidas, aprietan demasiado los grilletes, al grado que en ocasiones han causado hematomas y heridas con sangrado.
En un comunicado, la PDH se informa que los policías exigen a los médicos que las mujeres sean revisadas frente a ellos, como medida de seguridad, sin embargo los doctores argumentan que eso es una falta de respeto a la privacidad y podría considerarse como acoso sexual.
Según declaraciones de una reclusa, cada vez que es auscultada por el ginecólogo le aplican anestesia para evitar el dolor; en su estado de somnolencia vio cómo un policía del centro penitenciario la observaba cuando tenía descubiertos sus genitales, subraya el comunicado.
Jorge Mario Castillo, Defensor del Debido Proceso y del Recluso y la Reclusa, declaró que es necesario buscar medidas alternativas para custodiar a las mujeres, que tienen derecho a un examen médico privado.
Es indispensable que los agentes revisen las clínicas antes de iniciar la consulta, ya que su presencia durante la revisión resulta incomoda para los doctores y violan los derechos de las reclusas, concluyó.
2004/LR