En las reuniones preparatorias para la Cumbre de Johannesburgo, integrantes de la Coordinadora Nacional de Organizaciones por un Milenio Feminista propusieron poner en la mesa de discusión que se cumplan los acuerdos internacionales del Consenso de Monterrey y de las conferencias anteriores de la ONU sobre desarrollo sustentable y género.
En la Secretaría de Relaciones Exteriores y frente a 150 integrantes de organizaciones de la sociedad civil y funcionarios del Comité nacional preparatorio para la evaluación a diez años de la Agenda 21 sobre medio ambiente, Friné López dio a conocer los planteamientos que las organizaciones de mujeres esperan se incluyan en la postura oficial de México.
La propuesta destaca que sin recursos ni compromisos de las instituciones mexicanas será difícil lograr la visión integradora de la sustentabilidad necesaria para la supervivencia del planeta.
Por su parte Laura Ruiz , de Milenio Feminista en Chiapas explicó que hasta ahora las autoridades se abocan a lograr la conservación y el crecimiento económico, sin tomar en cuenta la justicia social o la equidad de género.
Frente al fracaso de muchos de los acuerdos tomados por los gobiernos hace una década en Río de Janeiro, las ONG de mujeres pidieron que el cuidado del medio ambiente y el consumo no se subordinen a las presiones económicas.
Igualmente llamaron a todos los organismos internacionales, incluyendo la ONU, para que otorgue más recursos a fin de cumplir las metas sobre sustentabilidad; al mismo tiempo aprovecharon para invitar a las organizaciones ambientalistas a que hagan alianzas y fortalezcan el conocimiento sobre la dimensión social y de género en la ecología.
Al inaugurar el taller Encuentro nacional 10 años de la agenda 21: evaluación y perspectiva desde la sociedad civil, la directora del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), Cecilia Loría Saviñón, recordó que gracias a las ONG mexicanas hoy es posible discutir algunos temas que habían sido pospuestos en la agenda internacional sobre desarrollo.
Por lo mismo, resaltó, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible es una oportunidad para que el gobierno mexicano se plantee hacia qué ámbitos debe dirigir sus esfuerzos y los de las ONG, lo mismo que la manera como habrán de relacionarse después de Johannesburgo.
Loría reiteró que los movimientos ambientalistas y de mujeres impulsaron, antes que otros grupos, las propuestas de sustentabilidad y participación ciudadana en México.
En tanto la subsecretaria de Temas Globales en la cancillería, Patricia Olamendi Torres, expresó su preocupación porque si bien en el comité nacional preparatorio de la cumbre participan todas las secretarías relacionadas con el ambiente y el desarrollo, «si no tenemos en la mesa a las áreas de economía y a los sectores productivos no estaremos más que construyendo castillos en el aire».
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