El gasto etiquetado se ha constituido en una herramienta útil y un antecedente importante de lo que podrían ser los presupuestos públicos elaborados desde la perspectiva de equidad de género en el futuro, sostuvo aquí la coordinadora de la organización no gubernamental Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, Lucía Pérez Fregoso.
Al participar en el foro Rendición gubernamental sobre equidad de género a través de los presupuestos, organizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), Pérez Fregoso aseguró que este gasto etiquetado permite llevar acciones específicas.
En representación de la diputada federal, Martha Lucía Micher la economista mexicana destacó que entre las acciones que permite el gasto etiquetado destacan aquellas que se efectúan a favor de la equidad, la mejora en las condiciones de vida de las mujeres y la institucionalización de la perspectiva de género.
Aseguró que los presupuestos públicos con equidad de género se han convertido en una herramienta poderosa del trabajo legislativo y de la sociedad civil, para pugnar por mejorar las condiciones de vida de las mujeres y para actuar a favor de la equidad.
Pérez Fregoso, quien retomó el documento elaborado por la diputada federal perredista, añadió que la presencia de las mujeres no ha garantizado conciencia de género, es decir, la vida de las mujeres no ha cambiado con el hecho de que ocupen puestos de elección.
Sin embargo, añadió, «estoy convencida de que si la vida de las mujeres no se modifica en las necesidades básicas que tienen para acceder a una vida digna, pierde sentido el quehacer legislativo».
Expuso que todavía son muchos los obstáculos que se deben enfrentar sobre todo cuando las y los legisladores, así como los secretarios de estado, demuestran su total ignorancia al afirmar que todas las acciones de gobierno benefician a las mujeres.
Ante la profesora de la Universidad de Essex, Diane Elson, Pérez Fregoso destacó la labor de las organizaciones no gubernamentales, a la que se suman ahora las legisladoras mexicanas para observar el destino del gasto público orientado a las necesidades específicas de las mujeres.
Añadió que el gasto etiquetado es un instrumento de trabajo legislativo y sirve para identificar problemas de las mujeres mal atendidos o francamente omitidos en la distribución de los recursos.
Pérez Fragoso apuntó que cinco años después de que por primera vez se efectuó el gasto etiquetado para mujeres se puede advertir un avance importante en la asignación de recursos.
En el salón seis de la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la también investigadora resaltó los logros del gasto etiquetado para mujeres, el cual se ha incrementado año con año.
Para el 2003, aumentó a 13 mil 53.4 millones de pesos, equivalente al 0.86 por ciento del gasto público total; en 2004, este se incrementó en 13 mil 270.5 millones de pesos, lo que equivalió al 0.80 por ciento del total.
Al siguiente año, la sociedad civil y las legisladoras tuvieron que trabajar para que no se revirtieran los logros alcanzados en 2003 y 2004 y que el Poder Ejecutivo intentaba anular.
Este año, el gasto etiquetado para mujeres alcanzó el 0.98 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación, con lo que se ha incrementado los recursos destinados a mujeres en u 36 por ciento respecto a 2003.
2005/SJ/LR