Población infantil de al menos 12 albergues del Instituto Nacional Indigenista (INI), en Oaxaca, presenta elevados índices de plomo en la sangre al inicio del actual ciclo escolar, aunque aún se desconoce la fuente que provoca la contaminación, reveló hoy la institución.
En el «Primer Coloquio Interinstitucional de Investigación», en el que se analizó la presencia de plomo en sangre, se informó que las niñas y los niños afectados registran en muchos casos índices del metal que sobrepasan los límites permitidos.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana (NOM), el mínimo tolerable de plomo en sangre es de 25 microgramos por decilitro de sangre, pese a que las normas de Estados Unidos señalan estándares mucho menores que indican atención médica ante sólo 10 microgramos.
El plomo es un metal tóxico para el sistema nervioso, se encuentra ampliamente distribuido en la corteza terrestre y aparece en la atmósfera en forma de partículas de dióxido de plomo.
Debido a que México es uno de los principales productores de plomo en el mundo, la exposición de las y los niños a este metal y los posibles riesgos a su salud, hacen necesaria la aplicación de medidas preventivas.
Al inicio de cada año escolar se realizan análisis de laboratorio a la población infantil que acude a los albergues para determinar sus grados de anemia, a fin de determinar si la harina nutricional que reciben les ha servido para combatir la desnutrición.
De acuerdo con las autoridades, los niños no debían presentar desnutrición; sin embargo, la presentaban por lo que volvieron a realizar análisis, pero esta vez tomando en cuenta el factor de plomo en sangre, obteniendo un resultado positivo.
Las autoridades admitieron que desconocen la fuente de contaminación por plomo, aunque consideraron que puede ser a través de enseres de cocina fabricados con barro vidriado que son utilizados en los hogares de los menores, ya que en los albergues no se utiliza ese material.
La presencia de plomo en sangre provoca severas afecciones que pueden incluso causar la muerte. En los niños aún las pequeñas cantidades son dañinas y originan pérdida de apetito, dolor abdominal, dolor de cabeza, estreñimiento, sueño excesivo, disminución de actividades físicas, agitación y anemia.
Si no es tratada en forma oportuna, la intoxicación por plomose asocia con un bajo rendimiento del desempeño escolar y discapacidades en el nivel intelectual. También se reflejan cambios en el comportamiento en la escuela: distracción, hiperactividad, desorganización y menor capacidad para seguir instrucciones.
En la reunión interinstitucional, destinada a analizar el problema y tomar medidas preventivas, también se retomó el problema de salud que presentan habitantes del municipio de Santa María Atzompa, en especial quienes se dedican a la fabricación de artesanías de barro vidriado.
PRO/MEL
MEL/RGR
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