En tan sólo 800 días México tiene la obligación de erradicar la pobreza extrema y el hambre, eliminar las brechas de género que afectan el desarrollo y calidad de vida de las mexicanas, y mejorar la atención en salud materna y reproductiva.
De acuerdo con el discurso oficial, México está cerca de lograr esas metas, pero la realidad de las mexicanas demuestra que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de Naciones Unidas, compromisos signados el 13 de septiembre del año 2000 y con fecha de vencimiento a 2015, están lejos de materializarse.
Hoy en el Antiguo Palacio del Arzobispado de esta capital se presentó el “Informe de avances 2013 de los ODM en México”, según el cual hasta 2012 había un balance positivo de las metas, pues un 84.3 por ciento de los indicadores que se derivan de los Objetivos del Milenio “tienen ya una alta probabilidad de cumplirse en 2015”.
Durante la presentación del informe, la secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles Berlanga, se congratuló de los “grandes avances” que ha tenido el gobierno mexicano ante los compromisos internacionales, y aunque reconoció obstáculos para las mexicanas, no hizo mención de los graves problemas que aún las afectan como la falta de atención médica adecuada y la violencia extrema de género.
Explicó que de los ocho ODM se deprenden 40 indicadores generales de la ONU y 11 adaptados para México, es decir 51 indicadores totales que permiten vigilar y contabilizar el cumplimiento de los objetivos.
De acuerdo con el documento, 38 indicadores ya se cumplieron; cinco “avanzan favorablemente” y se espera cumplirlos en 2015; cinco registran un progreso insuficiente, dos están “estancados”, y uno no cuenta con información suficiente para valorar su cumplimiento.
Con relación al Objetivo 1, referente a erradicar la pobreza y el hambre, Robles sostuvo que México desde hace tres años logró reducir a la mitad el porcentaje de personas pobres que se registraba en 1990, y que con la Cruzada Nacional contra el Hambre –programa oficial cuestionado por sus presuntos fines partidistas– se logrará erradicar la pobreza en la población.
La funcionaria omitió que hay 60.6 millones de mexicanas y mexicanos que viven por debajo de la línea mínima de bienestar, según la Comisión para América Latina y el Caribe (Cepal).
Ayer, el mecanismo de la ONU reveló en el “Panorama social de América Latina 2013”, que México es el único país de la región donde creció la pobreza de 31.7 por ciento registrado en 2005 a 37.1 por ciento en 2012, lo que representa que uno de cada tres latinoamericanos pobres es de nacionalidad mexicana.
Además, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2012 la población femenina en situación de pobreza y pobreza extrema superó a la masculina, ya que el 52 por ciento de personas en esta condición son mujeres.
Rosario Robles también aseguró que México ya logró la enseñanza primaria universal. Pero según el informe la “Infancia cuenta en México 2013” –presentado esta semana– más del 3 por ciento de la población de entre 6 y 11 años de edad no va a la escuela, lo que se traduce en que 215 mil 711 niñas no van a la primaria.
Con relación al Objetivo 3 “Promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer”, el informe sostiene que México “ya cumplió” con los indicadores.
La titular de Sedesol, sin tomar en cuenta las cuatro negativas del gobierno mexicano para declarar la Alerta de Violencia de Género (AVG), afirmó que la incorporación de la visión de género como un eje transversal del Plan Nacional de Desarrollo es “una muestra más” del compromiso de esta administración con las mujeres.
Afirmó que aunque “falta mucho por hacer”, se debe reconocer que se ha mejorado “notoriamente” la salud materna (Objetivo 5), sobre todo en la atención de partos a manos de personal capacitado.
En contraste con el discurso oficial, cabe recordar que en octubre pasado una indígena tzotzil de 26 años falleció en un hospital de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, debido a una negligencia médica durante el parto, y a una indígena mazateca se le negó la atención y dio a luz en el patio de una clínica en Oaxaca.
En el año 2000 México se comprometió a reducir en un 75 por ciento la muerte materna (MM). También se proyectó reducir la razón de muerte materna (RMM) a 22 por cada 100 mil nacidos vivos de cara a 2015, de acuerdo con el Observatorio de Mortalidad Materna en México.
Pero las cifras reales se quedan lejos de los compromisos: en 2009 la RMM era de 62.2 por cada 100 mil nacidos vivos a nivel nacional, y en algunas poblaciones rurales, como Matachí, en Chihuahua, el número se eleva a 2 mil 83.3 por cada 100 mil nacidos vivos, según el Sistema Nacional de Información de Salud (Sinais).
Para el resto de los ODM, Robles también ofreció un discurso esperanzador con respecto a 2015.
En su intervención, la coordinadora residente de Naciones Unidas en México, Marcia de Castro, manifestó su preocupación de que en sólo 800 días se puedan conquistar las metas adoptadas.
Pese a que aplaudió los esfuerzos realizados por México y reconoció los avances que ha materializado para la población, sostuvo que aún se tienen retos importantes en el acceso a cuidados de emergencia para las mexicanas gestantes, así como un pleno acceso a métodos anticonceptivos, sobre todo para la población indígena y rural.
De Castro recalcó que es necesario que más allá de las iniciativas o decretos sobre paridad de género en puestos de representación popular, “se escuche a las mujeres y se garantice que estén presentes en los lugares de toma de decisiones”. Apuró a que también se consoliden más mujeres alcaldesas y gobernadoras.
Pugnó por prevenir y poner fin a la violencia de género contra las mujeres y niñas y asegurarles el acceso a más recursos y oportunidades, pues “la reducción de pobreza sin un crecimiento económico y sin generación de empleos es una ilusión”.
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