Por cada 10 mujeres que piden ayuda en las Unidades de Atención a la Violencia Familiar (UAVIF), sólo dos pueden identificar que son víctimas de violencia psicológica y económica, afirmó Juana María Tek, directora de la UAVIF Coyoacán.
Debido a los roles sociales por los que han sido marcados mujeres y hombres, señaló, resulta muy difícil identificar estos dos tipos de violencia, ya que desde las madres o abuelas se inculca a las mujeres el deber de obediencia hacia sus maridos.
Silvia Edith Morales, coordinadora de atención psicológica de la Asociación para el Desarrollo Integral de las Personas Violadas (Adivac), aseguró que los papeles que han sido marcados socialmente influyen para que las mujeres vean como normal el que los hombres las golpeen por no cumplir con alguna labor doméstica.
Por otro lado, algunos hombres denuncian a sus parejas de ser violentas con ellos, pero en la mayoría de estos casos se ha dado la violencia cruzada, esto es que al inicio de la relación o por algún tiempo la mujer fue violentada en múltiples ocasiones, y que después de mucho soportar se cansa de la misma rutina y reacciona en defensa propia, dijo Rocío Corral, directora del Centro de Apoyo a la Mujer Margarita Magón.
Aun cuando en México se reconocen las violencias económica y psico-emocional, la primera no esta tipificada en ningún código, es por ello que en juicios en que se presenta este hecho es necesario que los abogados la relacionen con las posibles consecuencias emocionales.
La violencia psicológica afecta la autoestima de las mujeres, llevándolas en muchos de los casos a adicciones como el alcoholismo o la drogadicción, y esta depresión puede ser la causante de suicidios.
Al participar en el programa radiofónico Público y Privado -producción de Comunicación e Información de la Mujer, A.C. (CIMAC)-, las tres especialistas coincidieron en que la violencia es un problema de carácter público, por lo que los gobiernos locales y federal trabajan para erradicarla, aunque hasta el momento no son suficientes las acciones tomadas.
2005/AAN/GM