Ante la violencia familiar que afecta a siete de cada 10 hogares mexicanos, especialistas en la materia se pronunciaron porque las mujeres que son víctimas de este fenómeno social, implementen un plan de emergencia que les permita abandonar a su agresor en momentos de crisis, que incluya reunir documentación oficial como credencial de elector, actas de nacimiento de ella y sus hijos, de matrimonio y comprobante de domicilio e incluso dinero.
Entre otras recomendaciones hechas a las mujeres que deciden salir del hogar está el poner en manos de alguna persona de suma confianza o un familiar estos documentos (indispensables para cualquier trámite legal), a fin de que no se tenga que regresar a casa por ellos.
Primera producción de Cimac en radio y transmitido todos los lunes de nueve a diez de la mañana en el XEQK 1350 de AM Público y Privado fue el espacio donde Wendy Figueroa Directora General del albergue Fortaleza, Liliana Muñoz abogada y María Jiménez ex Directora del Albergue de Violencia Familiar del Gobierno del Distrito Federal dialogaron sobre el tema: Manual de Seguridad para mujeres que viven violencia.
Las especialistas indicaron, de acuerdo a estadísticas, del 100 por ciento de las mujeres que son agredidas y acuden a centros de apoyo a violencia familiar, el 60 por ciento establece proyectos de vida sin violencia, mientras que el 15 por ciento regresa con sus parejas agresoras pero estableciendo una relación sana. El 45 por ciento de ellas rompe todo lazo con su antigua vida, estableciendo caminos más sanos.
Suman 26 los albergues a nivel nacional que atienden a la población femenina violentada, explicó la directora general del Albergue Fortaleza, Wendy Figueroa, quien reconoció «es muy fuerte romper con este círculo de violencia, pues se ha encontrado casos en los que las mujeres regresen a sus hogares y solicitan ayuda hasta en nueve ocasiones».
El plan de seguridad para mujeres que padecen violencia familiar- tanto emocional como física-, inicia desde antes que la mujer salga de su casa en busca de protección, explicó por su parte la abogada Liliana Muñoz.
Las mujeres que han abandonado sus hogares en busca de protección deben de dirigirse a las Unidades de Atención y Prevención a la Violencia Familiar, ubicadas en las delegaciones del Distrito Federal, para poder levantar una constancia de hechos donde se especifique el tipo de violencia de la que ha sido víctima, coincidió por su parte Figueroa.
Dentro de estas unidades de protección, las mujeres pueden ser canalizadas dependiendo la gravedad de la situación a un albergue o refugio donde se les otorga apoyo por tres meses, en los cuales se les da rehabilitación sicológica y alimentos.
Ello les ayuda a recuperar su autoestima y la seguridad en sí mismas para poder continuar sus vidas de manera sana, opinó en su oportunidad María Jiménez, ex Directora del Albergue de Violencia Familiar del Gobierno del Distrito Federal.
Los refugios funcionan de manera secreta. Las mujeres no salen a la calle para evitar sean agredidas por su pareja, en tanto que a los infantes se les dan clases de regularización con constancias para más tarde poder reanudar sus clases de forma normal. Mientras que en los albergues, la salida a la calle es libre y los niños pueden asistir a la escuela.
Las especialistas agregaron que las mujeres casadas que dejan sus casas en busca de ayuda no peligran de ser acusadas por abandono de hogar, pues este se tipifica tras seis meses de ausencia del cónyuge, y en caso de contar con antecedentes de violencia, automáticamente se anula este tipo de acusación.
Violencia emocional, sinónimo de huellas imborrables.
Las invitadas al programa explicaron que la violencia emocional es la que lacera de forma trascendente al las mujeres, puesto que quien la afronta se encuentra totalmente destrozada, sin el mínimo aprecio por su persona y con un gran miedo ante la vida.
2004/AV/GV/SM
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