La discriminación y el machismo acompañan durante las etapas de la vida a las mujeres y en todos los ámbitos del país, tanto a nivel social, económico, cultural y educativo, indicó Evelyn Morales, dirigente de la Organización de Mujeres Tierra Viva.
De acuerdo con una revista local, la discriminación de género se marca desde el nacimiento, con tradiciones populares como la de premiar con caldo de gallina a una madre que dio a luz a un niño, contrario cuando nace una niña a quien no se le «premia», resalta la entrevistada.
A decir de la feminista, durante la niñez también suele darse la desigualdad de género, ya que a las mujeres se les enseña a jugar a la comidita y para ello se les refala «trastecitos», a ser pasivas, emocionales y débiles; además, cuando ellas quieren involucrase en otra clase de recreaciones como el fútbol, se les reprime diciéndoles que «eso es sólo para hombres».
La dirigente de la Organización de Mujeres Tierra Viva, resaltó que al sector femenino se le ha vedado la oportunidad de tener una formación académica, a pesar de que los estudios son un factor determinante para su desarrollo; según datos del Ministerio de Educación en el 2002 se reportaban en el nivel primario 76 mil 708 varones inscritos en establecimientos, mientras que mujeres eran 59 mil 669, lo que evidencia una clara desigualdad de oportunidades.
Danesa Luna, miembro del Centro de Investigación y Capacitación para la Mujer (Cicam), subrayó que las diferencias de sexo se dan desde la educación familiar, principalmente en grupos indígenas, puesto que a ellas se les enseña a planchar, tortear y a estar en su casa sirviendo a los hombres.
La revista subraya que en la edad adulta continúa la diferencia de género, en la búsqueda de trabajo, en el deporte, la política, la justicia, la salud, la cultura y la educación, prueba de ello es que el 76.1 por ciento de la población femenina forma parte del sector informal y en el formal incursiona sólo el 14 por ciento, dijo la diputada Anabella de León.
En opinión de la parlamentaria, para optar a un empleo no basta con que las mujeres tengan un titulo de nivel medio o universitario, ya que aspectos como el estado conyugal, la maternidad y la edad se consideran desventajas para este sector.
2004/GV/SM