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Discriminación laboral contra mujeres en todos los ámbitos

Por María de la Luz González

La discriminación laboral en contra de mujeres no se limita a las maquiladoras y comienza a hacerse visible en otros ámbitos de trabajo, como dependencias gubernamentales y empresas privadas vinculadas a paraestatales como Petróleos Mexicanos, reconoció Carlos Rodríguez, coordinador del Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL).

Rodríguez, quien presentó el Octavo Informe de Violaciones a los Derechos Humanos Laborales, elaborado por CEREAL, destacó que, pese a la persistencia de patrones machistas en la cultura laboral mexicana, entre las organizaciones de trabajadores y de derechos humanos comienza a haber un mayor interés en documentar estos casos y hacerlos visibles.

Como ejemplo citó dos casos incluidos en el informe que ilustran la gravedad del problema: el despido de Marcela Rosales Castillo y Dulce Reyna Vargas Lugo, dos trabajadoras de plataformas marinas de la sonda de Campeche, empleadas por compañías privadas contratadas por la empresa Petróleos mexicanos.

Marcela Rosales comenzó a trabajar para la empresa Cocinas del Mar, S.A., filial de Cotemar, S.A. de C.V. en marzo del 2001, como capturista de datos, siendo ascendida por su responsabilidad y eficiencia a Administradora de Plataforma en octubre de ese año.

Su jefe inmediato, Gabriel Sarauz Santos, quien se desempeñaba como representante del contrato por parte de Cotemar, la trató con amabilidad al principio, pero modificó su conducta y comenzó a acosarla con expresiones y comentarios de acoso sexual, llegando hasta el extremo de llamar a su cuarto en horas de descanso y preguntarle «qué sentía al despertarse con su voz».

Rosales Castillo rechazó esta conducta y dejó claro ante su jefe y el personal de plataforma que ella no la provocaba, lo que motivó la molestia de Sarauz, quien cuestionó su trabajo hasta los mínimos detalles. Esta situación que continuó durante un año y meses, hasta que la trabajadora fue ubicada en las instalaciones en tierra de la empresa Cocinas del Mar, donde quedó bajo las órdenes de otra persona.

HOSTIGAMIENTO Y DESPIDOS INJUSTIFICADOS

Sin embargo, poco después quedó nuevamente bajo el mando de Gabriel Sarauz, quien reinició el hostigamiento hacia la trabajadora, a quien amenazaba constantemente con «tomar otras medidas». Rosales Castillo se quejó ante sus superiores del hostigamiento quienes, en lugar de resolver el problema, la presionaron hasta obligarla a firmar una «renuncia voluntaria» con la cual recibió una cantidad muy inferior a la que le correspondería por ley en caso de un despido injustificado.

El caso de Dulce Reyna Vargas Lugo, quien se desempeñaba como supervisora de calidad de los servicios habitacionales en la empresa Apoyo Logístico Marino S.A. de C.V., una de las tres filiales de Cotemar en Ciudad del Carmen, Campeche, es otro ejemplo de discriminación laboral y estuvo motivado por su embarazo.

En julio de 2003, Dulce Reyna informó de su embarazo, por lo que fue reubicada en tierra conservando su puesto de supervisora, pues las normas de PEMEX prohíben que mujeres embarazadas permanezcan a bordo de las plataformas.

En febrero de 2004 inició su incapacidad por maternidad y en ese periodo recibió una carta de su jefe inmediato, el capitán Edmundo Ham Sandoval, coordinador de Administración de Contratos de Cotemar, quien le pedía, sin motivo alguno, firmar su renuncia y anexaba un documento redactado por la empresa a nombre de la trabajadora con esa solicitud.

La trabajadora se negó a firmar el documento y el 8 de abril, al término de su incapacidad, regresó a Ciudad del Carmen, donde se le informó que por instrucciones de la empresa sería finiquitada.

Las razones del despido eran que era mujer y tenía un hijo, estaba casada con una persona que labora en la misma empresa, tenía un familiar en PEMEX, que había ordenado su despido para que él no tuviera problemas laborales y porque su puesto ya había sido cubierto por un hombre, pues se requería personal masculino para ese tipo de trabajo.

Carlos Rodríguez citó también el caso del despido de Gabriela Herrera y Alejandra Sánchez Sánchez, dos trabajadoras del Área Central de bibliotecas de la Secretaría de Educación Pública, por haber participado en las elecciones sindicales en las que su planilla ganó la Cartera de Escalafón.

Las dos trabajadoras y su compañero Fernando Cruz Ganoso, quienes laboraban en el área de Incidencias del Departamento de personal fueron objeto de amenazas y calumnias por el responsable del Área de Recursos Humanos, Jorge Raúl Ríos Jiménez, y finalmente despedidos sin justificación alguna.

TRABAJO FEMENINO Y LA FAMILIA

La creciente incorporación de la mujer al mercado laboral y la carencia de una infraestructura social de apoyo, deja en una posición de alto riesgo a los hijos pequeños y adolescentes de madres trabajadoras, afirmó la investigadora Clara Jusidman para cimacnoticias.

Explicó que de acuerdo con un diagnóstico realizado por Incide Social y el Consejo Ciudadano de Desarrollo Social de Ciudad Juárez, el modelo maquilador adoptado en esa ciudad fronteriza, que ha privilegiado la contratación de mano de obra femenina, se refleja en problemas de crianza y desarrollo de la infancia, debido al abandono en que quedan los hijos.

«Los hijos menores se quedan abandonados por largos periodos de tiempo, porque no hay una infraestructura de guarderías, de educación preescolar, que debió acompañar el crecimiento de la ciudad y de los centros de trabajo, mientras los adolescentes no tienen una oferta pertinente del sistema educativo acorde a sus condiciones de vida», explicó.

El diagnóstico estableció que tres de cada diez jóvenes, entre los 12 y los 15 años no trabajan, no estudian ni ayuda en el hogar «y están merodeando», en espera de alcanzar la edad para entrar a la maquila. Estos niños se convierten en un sector muy vulnerable para entrar en procesos de narcomenudeo o sexoservicio, en los que ven maneras fáciles de hacer dinero. «Ese tiempo de espera es un tiempo de alto riesgo», destacó.

La investigadora consideró que si bien el diagnóstico se realizó en torno a las condiciones de vida y trabajo de Ciudad Juárez, refleja una realidad presente en otras zonas del país, pues la falta de infraestructura social de apoyo no es privativa de Ciudad Juárez y es uno de los principales problemas que enfrentan las mujeres que trabajan.

2005/LMG/SJ

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