Son pioneras en los estudios de género en México, han contribuido a mejorar la vida de las mujeres y a ampliar los conocimientos de la academia y aún así las investigadoras del Programa Interdisciplinario de Estudios de Género (PIEM) del Colegio de México (Colmex) son consideradas académicas poco serias.
A lo largo de 20 años, la investigaciones de las profesoras del PIEM, ha sido minimizado no sólo por el Colmex, también por sus colegas. El motivo de esta discriminación, es el simple hecho de investigar diferentes disciplinas desde una visión que cuestiona todo lo patriarcal y pugna por la equidad.
A pesar de que las investigadoras del PIEM lograron en 1983 introducir el género como una categoría de estudio y dieron sustento científico a las denuncias y demandas del movimiento feminista, la coordinadora del PIEM, Marta Torres Falcón aseguró que ellas son vistas por algunos de sus colegas como «las chafas, las que hacen el trabajo menos serio de la academia».
Actualmente, las investigadoras del PIEM son seis: Marta Torres Falcón, Mercedes Barquet Montané, Soledad González Montes, Adriana Ortiz Ortega, Camelia Romero Millán y Elena Urrutia quien además es la fundadora del programa y durante 13 años fue su coordinadora.
Más allá de su grado académico, que está al mismo nivel que el de los investigadores, ellas contribuyeron a que hoy la violencia, la falta de acceso a servicios de salud y educación y la violación de los derechos humanos sean reconocidos como fenómenos que afectan de forma diferente a hombres y mujeres.
Lo anterior porque ellas fueron las pioneras en estudiar el derecho, la literatura, las ciencias sociales y los derechos humanos desde una perspectiva que cuestiona las tradiciones, las costumbres y los roles sociales que colocan a las mujeres en un situación de inferioridad y propusieron formas de cambiar estos esquemas.
A pesar de ello, las inequidades sociales entre hombres y mujeres siguen siendo un tema poco importante para los investigadores a pesar de que afectan directamente la vida de todos, y quienes realizan éstas son vistos como «entes extraños» al interior de la academia, declaró la investigadora Adriana Ortiz Ortega.
De esta forma, a pesar de que las aportaciones de estas pioneras en los estudios de género han sido fundamentales para modificar la forma en que se conciben a sí mismos hombres y mujeres y propiciar con ello la apertura de la equidad, su trabajo sigue siendo desvalorizado y colocado por debajo del que realizan los investigadores.
Más aún, indicó Ortiz Ortega, por el hecho de pertenecer a un programa y no a un centro de investigación, las investigadoras del PIEM no tienen derecho a una planta y sus libros son publicados de forma tardía, por lo que se ven en la necesidad de acudir a otras instancias para lograr la publicación oportuna de sus investigaciones.
Entre las publicaciones de las investigadoras destacan La Violencia en Casa, Las Mujeres y las Relaciones de Género en las Investigaciones sobre el México Campesino e Indígena, Si los Hombres se Embarazaran ¿El aborto sería legal?, Mujer y Sida y Los Derechos Reproductivos de las Mujeres.
Todos las publicaciones mencionadas han sido editados en coordinación con la UNAM, la UAM, la Universidad de Kioto, en Japón, de Bolivia, de Oxford en Estados Unidos, el Population Council y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
2003/MM/MEL
| |
disponible para periodistas y medios de comunicación impresos y electrónicos por favor citen la fuente El servicio informativo se realiza gracias al apoyo |
