Promover la plena integración de la mujer al proceso económico, educativo, social y cultural, así como la realización de programas de planificación familiar son algunos de los objetivos de la Ley General de Población decretada hace 30 años.
Dicha ley reconoció a la población femenina en edad reproductiva, acceder a los programas de planificación familiar y el uso de métodos anticonceptivos, así como alargar la decisión de la maternidad.
Indicadores del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y del Consejo Nacional de Población (Conapo) revelan que actualmente viven en nuestro país 104 millones de personas.
Actualmente, el promedio de edad entre la población es de 27 años y se prevé que en las próximas tres décadas la población en edad productiva alcanzará su máximo histórico, es decir, el número de menores de 15 años se reducirá así como el de ancianos.
En ese sentido, Luz María Váldes del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJUNAM), en un seminario internacional sobre la Ley General de Población, refirió que la población de jóvenes entre 15 y 19 años aumentó a 27 millones.
Para Conapo si la conducta reproductiva se hubiera mantenido en los niveles alcanzados hace 40 años, la población del país alcanzaría en la actualidad la cifra de 168.9 millones, incluso mayor al máximo histórico de 113.3 millones previsto para 2042-2044.
La difusión de las prácticas de limitación y espaciamiento de los nacimientos, así como el incremento en el uso de métodos anticonceptivos cada vez más efectivos y de mayor continuidad, ha sido el principal determinante en el descenso de la fecundidad.
Sin embargo, aún existen las desigualdades sociales y falta de oportunidades para la población femenina en edad reproductiva de nuestro país, a pesar de que en ellas recae todo el peso de la política poblacional.
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