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Distribución de gasto federal mantiene inequidad de género

Por la Redacción

El gasto federal en educación y salud no contribuye a reducir la desigualdad entre municipios, personas ricas y pobres, y entre mujeres y hombres, advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Al hacer un análisis de la distribución del gasto federal en México, el PNUD encontró que los recursos para educación se dirigen en mayor medida a los más pobres por ingreso, pero en salud se concentra en los más ricos, lo que significa «inequidad».

En su Informe sobre Desarrollo Humano México 2011, el organismo de la ONU señaló que la distribución «inequitativa» del denominado gasto federal en desarrollo humano promueve la desigualdad en vez de corregirla.

En 2008 el 13.1 por ciento del gasto público federal en desarrollo humano era recibido por el 20 por ciento de la población con menor ingreso, mientras que 31.7 por ciento del mismo beneficiaba al 20 por ciento más rico, destacó el PNUD.

DEUDAS EDUCATIVAS

En materia educativa el mecanismo observó que México ha logrado una cobertura casi universal de la educación primaria, pero sigue vigente el reto de ampliar la cobertura de la educación media superior, que en comparación con otros países aquí es relativamente baja.

Según el análisis del gasto, 75 por ciento del financiamiento de la educación proviene de recursos públicos, y 90 por ciento del costo de los servicios de educación básica se origina en el pago de salarios a maestros.

De esta manera, apuntó el PNUD en su informe, la proporción de recursos que se destina a otros insumos para el proceso de enseñanza-aprendizaje resulta limitada, y se refleja en el equipamiento de las escuelas a las que acuden las y los niños más pobres.

Explicó que toda vez que los recursos se utilizan en su mayoría para los sueldos de las y los profesores, con frecuencia se observa que en los planteles no hay electricidad, baños, pisos limpios, libros ni computadoras.

«Esta situación genera mayores desigualdades, ya que, además, las escuelas a las que asisten los estudiantes de mayor ingreso tienen directores y profesores que perciben un mayor salario, acumulan mayor educación y experiencia y tienen una proporción profesor/alumnos más favorable que los estudiantes con menores recursos», abundó.

Por nivel educativo se observa que el gasto en primaria ha aumentado su progresividad de manera continua desde 1992, mientras que la educación secundaria ha avanzado hacia una mayor progresividad debido a la expansión en la cobertura que generó el ser obligatoria.

Mientras, la educación media superior tendía a favorecer a los estratos de ingreso más alto y ahora se ha buscado favorecer a los sectores con menores ingresos, en tanto que la educación superior, aunque muestra avances distributivos, es aún muy regresiva.

Aún persiste la brecha entre mujeres y hombres que acceden a la educación, dijo el PNUD, ya que la tasa de hombres que cursan educación superior es mayor a la de mujeres. En la población con ingreso medio y bajo, la tasa de hombres es de 15.96 y en mujeres de 14.54.

PENDIENTES SANITARIOS

El estudio revela que México carece de un sistema universal de atención a la salud, ya que el gasto público por beneficiario es 50 por ciento mayor para la población asegurada que para la no asegurada.

Aunado a lo anterior, datos oficiales indican que en el 10 por ciento de los hogares más pobres «casi no hay» afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), o al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Pero de los que sí están afiliados al IMSS o al ISSSTE, entre el 18 por ciento y un tercio de sus derechohabientes forman parte del decil más rico de la población, sostuvo el PNUD.

Además agregó que esto es sólo un ejemplo de que existen diferencias entre los beneficios que reciben los grupos más ricos y más pobres, lo que apunta a la estrecha relación entre gravedad de las condiciones de salud ligadas a la pobreza extrema.

En 2008 el 40.7 por ciento de la población carecía de acceso a los servicios de salud, y en los que sí tenían acceso se observa un trato diferenciado, pues cerca de dos tercios reciben atención por estar asociados a un trabajo formal y el resto es cubierto por el SP.

Cabe precisar que sólo 18 por ciento de los empleos formales con seguridad social son para mujeres, lo que revela la desigualdad en que se encuentran las mexicanas.

Con este panorama, el PNUD reiteró que una distribución equitativa del gasto público puede ser una poderosa herramienta para promover el desarrollo humano, por lo que llamó a una distribución más equitativa de los recursos.

12/AGM/RMB

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