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Divide a estadounidenses envío de mujeres a la guerra

Por la Redacción

La sociedad estadounidense conmemora hoy el Día de los Veteranos en medio de un debate moral por el envío de mujeres a los diversos frentes bélicos que Estados Unidos mantiene en el mundo, y el rechazo de la ex prisionera de guerra Jessica Lynch, de 20 años de edad, quien acusó al ejército de su país de usar su captura y dramático rescate para influir al público a favor de la invasión de Iraq.

Aunque el gobierno incluyó en los actos oficiales una mención a las alrededor de dos millones de mujeres que han servido en las fuerzas armadas estadounidenses, organizaciones civiles calculan que unas dos mil de ellas han muerto en batallas en Panamá, Bosnia, Kosovo, Afganistán e Iraq, la mayoría eran enfermeras.

Pero el debate sobre el envío de mujeres al frente y el creciente número de soldados muertos por acciones de la resistencia iraquí comienza a generar escozor entre la población estadounidense, alentado por las protestas de Lynch sobre el uso propagandístico de su caso por parte del gobierno de George Bush.

En declaraciones a la cadena estadounidense de televisión ABC, Lynch cuestionó esta semana la decisión de filmar su rescate el 1 de abril de este año en la localidad de Nasiriyah, en Iraq.

La grabación fue transmitida por televisoras de Estados Unidos y muestra el momento en que comandos estadounidenses sacan a Lynch de un hospital de Nasiriyah para llevarla a un helicóptero, lo que ayudó a crearle una imagen de heroína.

«Ellos me usaron como una manera de simbolizar toda esa cosa», dijo Lynch a la periodista Diane Sawyer. «Eso está mal», añadió.

LA CULPA ES DE LOS MEDIOS

En respuesta, un oficial militar de alto rango dijo a la cadena CNN que el ejército nunca exageró el rescate. Las inexactitudes en los informes sobre la experiencia de Lynch fueron culpa de los medios, que reportaron la historia con información incompleta, resaltó la fuente.

Lynch sufrió fracturas de huesos y otras lesiones cuando la caravana en que viajaba fue atacada en la población iraquí de Nasiriyah el 23 de marzo.

De acuerdo a las primeras versiones de prensa, Lynch luchó contra sus atacantes hasta que se quedó sin municiones y fue herida a balazos y a cuchillazos.

Pero oficiales del ejército admitieron luego que Lynch no fue baleada, sino que resultó herida cuando el vehículo en que viajaba fue alcanzado por una granada propulsada por cohete y se estrelló contra otro vehículo.

LA DOBLE MORAL ESTADOUNIDENSE

El veterano de la Marina estadounidense, Christopher Chek, calificó como «una abominación el envío de esposas e hijas a la guerra». «Las mujeres regresan a casa en bolsas de plástico, lo que es más trágico que cuando los muertos son hombres porque la guerra va contra la naturaleza femenina», dijo.

En 1994, las mujeres integrantes de las Fuerzas Armadas estadounidenses lograron la abrogación de la llamada Regla de Riesgo que impedía su envío a frentes de batalla por considerar que su debilidad física las ponía en desventaja ante enemigos hombres.

El rechazo social a que las mujeres peleen en el frente de guerra creció tras la captura de Lynch y de Shoshana Johnson en Iraq, sobre todo luego de que trascendió que la primera fue atacada sexualmente varias veces por sus captores.

Sin embargo, el debate actual no es sólo sobre la presencia de mujeres en batalla, sino sobre su derecho a pelear y morir en el frente.

El columnista de la agencia internacional UPI, Lou Marano cuestionó recientemente a los hombres estadounidenses y aseguró que las mujeres que son enviadas a Iraq están haciendo su trabajo. ¿Enviarían a sus esposas en la madrugada a investigar un ruido sospechoso en casa, si hay un pleito en la esquina, enviarían a sus hermanas a interrumpirlo?, es lo mismo, afirmó.

Pero esta visión tradicional de las mujeres como el «sexo débil» es rechazada por las mililtares, quienes protestan por la excesiva atención que los medios han prestado a su género mientras ellas han peleado por años contra un sistema que ha perpetuado la violencia sexual y por que el equipo militar sea adecuado a sus necesidades.

Para las mujeres militares, la violación sexual «es sólo otra cosa mala que te puede pasar en la guerra», ya que también los hombres son violados y abusados sexualmente cuando son capturados en un conflicto bélico, dijo una de ellas entrevistada por el sitio eNews.

2003/MES/MEL

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