Cerca de 800 personas, muchas de las cuales lloraban, tomaron ayer las calles de Vancouver para recordar a las 90 mujeres que han sido asesinadas o desaparecidas en la ciudad canadiense, informó la agencia Canadian Press.
La música de los indígenas sonaba mientras se veían carteles coloridos con los nombres de cada víctima, generalmente trabajadoras sexuales pobres o indígenas, a lo largo del peligroso barrio donde ellas comenzaron a desaparecer en los ochenta.
Las y los representantes indígenas hacían limpias en los sitios donde se presume murieron algunas de ellas.
La activista Maggy Gisle dijo que 54 mujeres que ella conoció personalmente en la calle y centros de recuperación entre 1983 y 1998 han desaparecido. «Estoy aquí para recordar a mis amigas porque eran mucho más que sexoservidoras y adictas» dijo al contingente.
Robert Pickton fue acusado por asesinar a 27 de las víctimas y en todos los casos se declaró inocente.
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