Según la Organización no Gubernamental (ONG), Anesvad, va en aumento el tráfico sexual de menores y mujeres en el sudeste asiático.
Sólo en Tailandia, unos 200 mil menores son explotados sexualmente, y la prostitución factura el 15 por ciento del Producto Interior Bruto del país. En total, se calcula que un tercio de las mujeres que se dedican a esta actividad en Tailandia son menores de edad, situación similar a la de Camboya y Vietnam, donde el tráfico y la explotación sexual es un fenómeno «en auge».
«El impago de las deudas económicas adquiridas por sus padres suele ser el motivo que empuja a muchas niñas del sudeste asiático a entrar en el mundo de la prostitución», explica Anesvad para el servicio español Canal Solidario.
Menores de países pobres como Nepal, Vietnam y Camboya son llevadas a India y Tailandia, mientras que niñas Filipinas son «exportadas» a Japón, Australia y Estados Unidos para ejercer la misma actividad.
Anesvad, organización que busca actuar contra las causas y las consecuencias del tráfico y la explotación sexual en Camboya, Vietnam, Laos y Tailandia, ha puesto en marcha en la región once nuevos proyectos para la sensibilización de la población, la rehabilitación de las víctimas y la prevención de infecciones de transmisión sexual.
En concreto, ha impulsado siete de iniciativas integrales que promoverán la identificación y la repatriación de víctimas, la elaboración y ejecución de normativas eficaces en las zonas afectadas y el seguimiento de políticas y leyes.
Los proyectos también se centrarán en el fortalecimiento del sistema judicial y policial y apostarán por la formación y sensibilización tanto de las administraciones como de la población en general.
«Se investigarán las rutas sexuales y los agentes que provocan el problema», señala Anesvad, que también ha puesto en marcha proyectos de atención médico-psicológica, formación, de generación de ingresos y de prevención del VIH/Sida dirigidos a las víctimas».
En esta línea, las acciones previstas por la organización van más allá de las víctimas e incluyen a políticos, policías, miembros de ONG, periodistas y centros educativos, actores que deben implicarse en la lucha contra la explotación sexual de menores y mujeres para que realmente tenga éxito.
En total, los nuevos proyectos de Anesvad beneficiarán a más de 100 mil menores y mujeres explotados sexualmente, señala el servicio español, Canal Solidario.
2004/BJ