De acuerdo con un estudio realizado en Buenos Aires, Argentina de 100 adolescentes de entre 14 y 21 años que quedan embarazadas, solo tres continúan estudiando y concluyen la educación media.
La investigación efectuada a principios de este año indica que la edad promedio de las jóvenes de dicho estudio es de 16 años y provienen de familias de escasos recursos.
«El 30 por ciento de estas chicas ya había dejado la escuela antes del embarazo, el 23 por ciento la dejó al saber que estaba embarazada y un 44 por ciento siguió estudiando pero lo fue dejando».
Sólo terminan sus estudios en forma regular, un 3 por ciento de las encuestadas, precisó Mónica Labovsky, ginecóloga del centro Médico del Servicio de Ginecología Infanto-Juvenil del Hospital Héroes de Malvinas, de Merlo.
Las cifras que se manejan para Latinoamérica muestran que de ese porcentaje que va dejando la escuela en el curso del embarazo (en el caso de este estudio es del 44 por ciento) y sólo el 14 por ciento retoma más adelante sus estudios, añade la nota publicada en el portal Mujeres hoy.
En estos casos «hay una baja permanencia en el colegio; a veces la misma situación las excluye porque la escuela no está preparada para retenerlas. Entre otras cosas, habría que tener por ejemplo guarderías en las escuelas», dijo la ginecóloga.
De acuerdo con el estudio realizado en Merlo, el 30 por ciento de las adolescentes que quedan embarazadas no se cuida porque buscan tener un hijo como proyecto de vida, en tanto que el resto (70 por ciento) no se cuida por no tener conciencia de los riesgos.
Otro dato relevante es la historia familiar de esa chica que tempranamente va a asumir su maternidad: el 88 por ciento de sus madres también lo fueron en edad adolescente, lo cual legitima su propio embarazo y lo vuelve parte de la normalidad.
En este marco, el embarazo no es vergonzoso ni motivo para ocultarlo, sino que es aceptado por la familia como algo natural.
2004/LR
