El agua no puede ser tema de negociación ni en los acuerdos comerciales multilaterales o bilaterales, menos en las instituciones financieras internacionales, coincidieron mil 200 representantes de 150 organizaciones de todo el mundo, al concluir el II Foro Alternativo Mundial del Agua (FAME, por sus siglas en francés).
El agua, debe ser considerada como bien común de la humanidad y, por tanto, excluida de la esfera del comercio y de las reglas del mercado, porque se trata de un derecho humano no negociable, sostiene la declaración del Foro celebrado en Ginebra, Suiza.
De acuerdo con agencias internacionales, en este encuentro, las y los participantes exigieron que en el plano mundial se tenga en cuenta la globalidad del ciclo del agua, que se impida su apropiación, que se garantice la responsabilidad colectiva sobre el vital líquido y que se asegure su gestión y control por parte de una autoridad pública fundada en un poder político legítimo.
Por otra parte, en las conclusiones de la Asamblea de Asociaciones se exhorta a impulsar una campaña contra los Acuerdos Generales de Comercio de los Servicios, así como la movilización contra la privatización del agua y las empresas multinacionales que operan en el sector hídrico, además de la defensa del agua como servicio y bien público.
En este contexto, representantes de 21 países, 11 latinoamericanos, entre ellos México, incorporaron tres puntos básicos a la declaración final. El primero es una crítica a la asociación entre gobiernos y empresas multinacionales promovida por el Banco Mundial en proyectos sobre agua.
En el segundo, condena a la empresa trasnacional de origen francés Suez Lyonnaise de Aguas, con fuerte presencia en América Latina, así como a la institución española Abengoa, por destruir los procesos de consulta popular de los pueblos.
En el tercero ratifican que la única forma de evitar la mercantilización del agua es a través de los movimientos sociales y la participación ciudadana.
OTRAS PROPUESTAS
Por otro lado, diputados y representantes municipales y regionales de 13 países, entre lo que participaron Brasil y Venezuela por América Latina, también realizaron en Ginebra un primer encuentro mundial.
Después de denunciar la deuda de los países del sur y las políticas financieras del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, el documento final de este encuentro considera 19 puntos para aplicar efectivamente la Declaración de Roma sobre el Agua como derecho humano universal.
Entre otras iniciativas proponen instalar un fondo cooperativo mundial para garantizar el financiamiento público de servicios e inversiones que aseguren el acceso universal al agua.
También expone la constitución de una autoridad mundial del agua, independiente de las instituciones financieras, encargada de la prevención y la resolución de los conflictos en torno a este tema.
Asimismo, plantea constituir una asamblea mundial para reunir a representantes de movimientos ciudadanos, autoridades electas, sindicatos, organizaciones de mujeres y otros grupos comprometidos en la defensa del agua como bien común.
Las y los legisladores también propusieron orientar las políticas de cooperación de los países del norte a través de la asociación de contrapartes públicas, oponiéndose así al criterio impulsado por muchos gobiernos y por el Banco Mundial.
Como resultado de estos foros, se concluyó una propuesta para organizar otro encuentro en 2006, en Bélgica, donde representantes del Parlamento Europeo, del Panafricano, del Parlatino y de entidades homólogas asiáticas analicen la posibilidad de crear un Parlamento Mundial del Agua.
2005/MP/SJ
