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El agua, potencial del crecimiento y de la vida

Por Carolina Velásquez

En la filosofía oriental el agua representa la energía Qi, esencial, pues contiene en sí misma -al igual que la semilla de una planta- el potencial del crecimiento y de la vida. Su cualidad fundamental es la condensación de la fertilidad. Energía en estado de germinación, poder latente que simboliza la fuerza vital en su condición inicial antes de ser canalizada y usarse.

Desde un punto de vista arquetípico, el propósito central de el agua es ser y perseverar y, como instinto de supervivencia, querer (Gabriel, Mojay, Aromaterapia para sanar el espíritu, 1999).

En el «yo soy corporal» el riñón es el órgano asociado con el agua, el almacén de tu energía vital y de tu sabiduría.

De esta relación se habla en el libro clásico de medicina tradicional china del Emperador Amarillo, «los riñones llaman a la vida aquello que está en letargo y encerrado; son el órgano natural para almacenar y son el lugar de donde se lanzan secreciones, influyen en el cabello y actúan sobre los huesos».

Desde esta perspectiva, además de almacenar la energía vital, esencial, relacionada con la formación de la médula de los huesos, la espina dorsal y el cerebro, el otro papel de los riñones es almacenar el agua, elemento que para los orientales representa -en su más alta expresión- a la sabiduría.

La sabiduría nace en una mente que posee cimientos firmes, es el resultado de una voluntad (Zhi) que está profundamente enraizada y es tranquilamente juiciosa. Se desarrolla mediante un conocimiento que perdura, se practica y expresa a través de una acción que está en armonía con el entorno.

¿Cómo se manifiesta la sabiduría en la vida cotidiana?, dice Mojay:

«Cuando la Voluntad es fuerte y el elemento agua está en armonía, somos determinados, ingeniosos y prudentes, no estamos dispuestos a desperdiciar energía en lo superfluo o transitorio. Hay seguridad y autosuficiencia y una mente penetrante e introspectiva» (1999).

Por el contrario, si hay falta de armonía en el elemento agua (riñones) puede haber dos posibles consecuencias en el comportamiento del «yo soy corporal»: apatía y un sentimiento de impotencia o hiperactividad, demasiado ímpetu e impulso personal.

¿Quién eres desde tu elemento agua? Anota las observaciones en tu Diario del Cuerpo.

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2005/CV/SJ

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