Inicio El caso Digna Ochoa me despertó a la realidad sobre México

El caso Digna Ochoa me despertó a la realidad sobre México

Por Alfonso Castañeda


Vanessa Bauche, quien recientemente personificó a la abogada Digna Ochoa en el documental dirigido por Felipe Cazals «Digna Ochoa, hasta el último aliento», señaló que la experiencia le hizo perder la inocencia sobre la realidad del país.

En entrevista con Cimacnoticias, la actriz mexicana se muestra satisfecha por su trabajo, aunque lamenta que la muerte de Digna Ochoa no haya sido aclarada todavía, ante la insuficiencia de las autoridades y sus respuestas que no tienen sentido común.

Conocí el trabajo de la abogada mucho antes de que la mataran -cuenta la actriz- no sabía su nombre, pero si conocía que trabajaba en el Centro Miguel Agustín Pro, cuando había tomado el caso de los ecologistas, de los zapatistas, le iba dando seguimiento a lo que hacía. El día de su asesinato me enteré por las noticias, vi su foto y dije: «esta era la santa mujer que estaba ahí dándole y dándole».

Una mujer como Digna Ochoa –agrega incrédula hasta indignada- no se da tres tiros para llamar la atención, no tira un balazo al sillón «como prueba de sonido» y luego otros dos balazos para acabar con su vida, esa es una hipótesis que no entre en mi sentido común.

Luego, lamenta la respuesta de la fiscal del caso, Margarita Guerra, quien señaló que Digna Ochoa es una vieja loca y que se suicidó. No es posible que te den una respuesta así, como tampoco es posible que te digan que un jovencito, como Pável González, se auto madreó, se colgó en la cruz del Ajusco, porque era homosexual».

Como actriz, como ciudadana, este tipo de experiencias con la autoridad me hicieron perder la inocencia sobre la realidad del país y me di cuenta de las implicaciones y de tanta porquería.

Para personificar a Digna Ochoa en el documental de Felipe Cazals, la actriz subió doce kilogramos de pesos y se cortó el cabello. Antes del rodaje Vanessa Bauche desconocía físicamente a la abogada, sólo escuchaba el audio y algunos documentos que Cazals le permitió observar.

COSTUMBRE O CONCIENCIA COLECTIVA

Por otra parte, Vanessa Bauche afirma que conoce mujeres que logran superarse a través de sus potencialidades, mujeres que logran sacar adelante a sus familias por convicción, pero hay quienes se quedan porque se sienten víctimas de las circunstancias.

La actriz refiere que hay una especie de costumbre, que tiene que ver con la doble moral, donde ellas asumen una posición «cómodamente incómoda» y encuentra los argumentos para sentirse víctimas de la situación que viven y se quedan, no son capaces de moverse.

Aunado a ello, reconoció que cuando a una mujer le sucede algo en este país, y ella se atreve a denunciar algún tipo de falta, lo primero que se le cuestiona es la moral. Además de la discriminación hacia nosotras, también hay otra realidad: la misoginia entre mujeres, apunta.

«Yo me pregunto si la mujer es la que se queda, circunstancialmente, con el peso, con la responsabilidad de formar una casa, ¿quién forma a los misóginos, a las misóginas y al machismo? Se cuestiona la actriz.

Bauche agrega que argumentos como «yo dejé todo por mis hijos», que parecieran tontos, son parte de nuestra cultura y que a lo largo de los años en el subconsciente colectivo, crean una especie de predisposición y por mucha educación que haya, romper con ese estigma es muy difícil para las mujeres que luchan por ser autosuficientes.

Para Vanessa Bauche las aspiraciones de algunas mujeres, sobretodo las profesionistas, se tornan difíciles debido al machismo. No obstante apunta que en México las metas de éstas no son imposibles, ya que considera que el trabajo con amor y dignidad siempre resulta positivo.

«Hay, idiosincrásicamente, esta especie de deformación de antropofagia que es muy mexicano. Cuando se trata de mujeres que no están negociando con el cuerpo, sino que se atañan, exclusivamente, al rendimiento laboral, al cumplimiento excelso de su trabajo, es todavía mucho más recalcitrante la guerra, más encarnizada», observa.

HASTA EL ÚLTIMO ALIENTO

El cine «es mi alimento» afirma. Comprometida con sus raíces, su país y su discurso, dice que gremialmente las actrices están «desprotegidas».

La actriz indica que existe en el subconsciente colectivo la errónea idea de que las mujeres están dispuestas a hacer lo que sea con tal de conseguir algo y asegura que es mentira que todas las actrices estén dispuestas a hacer desnudos o a acostarse con quien sea con tal de obtener un papel

Advierte que, por regla general, en el cine cultural se les paga más a los actores que a las actrices, lo que dice es discriminación para las mujeres.

Entre sus trabajos cinematográficos más destacados se encuentran Un Embrujo, Piedras Verdes, Amores Perros y recientemente personificó a la abogada Digna Ochoa en el documental dirigido por Felipe Cazals «Digna Ochoa, hasta el último aliento».

2005/AC/SJ

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