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El Concejo se queda: Chacho no

Por Lydia Cacho

Ahora sí, el ex Presidente municipal, Juan Ignacio García Zalvidea demostró los alcances de su desesperación. El miércoles 21 de julio por la tarde, la Síndica Municipal junto con sus abogados presentó un Controversia Constitucional con el fin de invalidar la existencia del Concejo Municipal y revertir su destitución como Alcalde.

En esta historia habrá que recordar que la Suprema Corte de Justicia está de vacaciones y por tanto fue un Ministro de guardia, llamado Sergio Salvador Aguirre Anguiano, quien en un acto de sorprendente prontitud, para el jueves 22 a las 11 de la mañana había dado ya respuesta a la petición hecha por la Síndica.

La historia, como la plantea Chacho García, es el éxito de la democracia; pero al analizar los documentos referidos descubrimos que no es sino otro engaño más en este extraño teatro del absurdo en que se ha convertido el Ayuntamiento Benito Juárez. Permítame le cuento por qué, paso a paso.

Primero García Zalvidea y su equipo mintieron flagrantemente a la Suprema Corte, puesto que legalmente sólo puede presentarse una controversia sobre hechos que van a suceder, es decir, no existe la posibilidad de alegar controversia constitucional para ampararse sobre hechos ya consumados. Así las cosas la Síndica y García Zalvidea presentan el miércoles pasado un documento que solicita la intervención de la SCJ ante la «posibilidad de que el Congreso del Estado de Quintana Roo, intente destituir al Alcalde y eliminar al cabildo existente».

En él omitieron dolosamente expresar que tal y como lo prevé la Constitución, al renunciar las y los regidores ante el caos de corrupción generado por el Alcalde, el Congreso tomó en sesión extraordinaria la resolución de crear un Concejo ciudadano elegido por acuerdo entre todas las fracciones parlamentarias para resolver un problema probado de ingobernabilidad. Dicha resolución se tomó la semana del 15 de julio y el hecho se consumó cinco días antes de que se presentara esta solicitud.

¿Qué consecuencias tiene esto? Se preguntará usted. Para variar son graves, veamos.

Cuando el Concejo toma posesión recibe un ayuntamiento con un déficit de 420 millones de pesos, es decir: Quebrado y sin garantías para solicitar créditos que permitan reestablecer la salud económica del mismo.

Y aunque ya el Congreso del estado está respondiendo hoy mismo a la controversia, la realidad es que el documento en poder de el ex edil no restituye al anterior cabildo, no reintegra a García Zalvidea como Alcalde, sino simplemente impide que fluyan los recursos públicos mientras se dan los recursos de reclamación.

Tendremos que esperar en promedio entre diez y doce días a que el Presidente de la SCJ vuelva de vacaciones y se revise el nuevo recurso enviado por el Congreso y revisado por el nuevo Concejo Ciudadano.

Entonces, el logro de García Zalvidea fue grande, impidió nuevamente, que se cumplan los planes del Concejo Ciudadano para pagar esta semana parte de la deuda con Tribasa, empresa que se encarga de la basura. Detiene otra vez el flujo de los 300 millones de pesos que los gobiernos Federal y estatal habían concedido a la Presidenta interina para recuperar el equilibrio económico e iniciar el rescate que incluye salarios y flujo de funcionamiento cotidiano.

Queda claro que hay dos planos fundamentales en el debate de los hechos políticos actuales; el primero ha sido la guerra abierta entre el gobierno estatal priísta y el ex edil García Zalvidea. La corrupción de ambos bandos, así como el uso de violencia y acarreos civiles para sus fines no deben pasar desapercibidos para las próximas elecciones en siete meses.

Sin embargo no cabe duda que las acciones de García Zalvidea al omitir decir todos los hechos a la Suprema Corte, pone en evidencia la triste realidad: Los rivales han mostrado todas las bajezas de la más deleznable forma de hacer política, y con ello también vemos la efectividad de las argucias legales que permiten que incluso la Suprema Corte de la Nación ampare, sobre una mentira, un hecho consumado.

Y nos deja también una pregunta, digamos de curiosidad genealógica. ¿Será casualidad que el apellido del abogado asesor de García Zalvidea es González Anguiano y la del muy expedito Ministro suplente sea Aguirre Anguiano? Además, claro, está la curiosidad de que el recurso que salió como bólido fue firmado por el Secretario de Anguiano, de apellido Rebollo. Prometo averiguar si hay liga en el árbol familiar y cómo hacer para que la SCJ responda en 17 horas.

*Directora del Centro Integral de Atención a la Mujer en Cancún

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2004/LC/GV

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