Según el lingüista antropólogo Benjamin Whorf, cuando dos sistemas de lenguaje tienen gramáticas y vocabularios radicalmente distintos, sus «respectivos usuarios» viven en un mundo de pensamiento completamente diferente, tan de acuerdo estoy con esta afirmación que me atrevería a añadir «usuarias» para referirme a los dos géneros que de momento se han construido socialmente, el masculino y el femenino.
Como hemos dicho hasta la saciedad desde la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres y el Colectivo de Jóvenas Feministas, el lenguaje es el que construye el imaginario individual y colectivo, el lenguaje es el medio de comunicación más poderoso que tenemos los seres humanos, el lenguaje es anterior a la conciencia, nos socializamos en un lenguaje construido y a partir de él interpretamos el mundo, tanto es así que hay sociedades que no disponen de palabras que distingan la pierna del pie, así como sólo somos capaces de imaginar colores para los que tenemos un nombre.
Es por todo esto por lo que no nos cansamos de exigir la erradicación de un lenguaje patriarcal en el que existen expresiones racistas, bélicas, clasistas y cómo no sexistas, tanto que los títulos universitarios se siguen expidiendo en masculino dando por hecho que arquitecto, juez, licenciado… sirve para mujeres y hombres, sin admitir que esto ha sido así porque hasta hace no demasiado tiempo las mujeres no teníamos acceso a las aulas universitarias y tampoco a los títulos.
En esta ocasión la ridiculizada no es la lídera de una organización feminista sino la ministra de igualdad, que además de ser mujer y jóvena, defiende causas tan castigadas por el patriarcado como el lenguaje no sexista.
Esto sólo evidencia una vez más que seguimos viviendo en un mundo patriarcal dominado por hombres que se aferran a sus privilegios y que defienden con uñas y dientes una desigualdad que les beneficia para seguir paseándose cómodamente por los pasillos del poder que injustamente se han apropiando dejando fuera no sólo a las mujeres sino también a toda persona que no se ajusta al modelo creado por ellos mismos.
Es por ello por lo que el Colectivo de Jóvenas Feministas quiere aplaudir la valía de esta mujer que aun estando en un espacio en el que se supone debe seguir las directrices del poder, está defendiendo algo que no sólo beneficia a las mujeres sino a toda aquella y aquel que apuesta por vivir en un mundo justo y equitativo en el que las pautas a seguir no sean únicamente las procedentes de voces masculinas, blancas y occidentales.
* Presidenta del Colectivo de Jóvenas Feministas. Miembra de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres.
08/LPM/CV
