El 6 de enero de 1931, el entonces director del Hospital Juárez de México, el doctor José Castro Villagrana, instituyó el día de enfermera, a las que calificó como un regalo de reyes para los pacientes.
En México, de acuerdo con cifras de Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), hay 190 mil 335 enfermeras y enfermeros. De esa cifra, 95 por ciento son mujeres y el restante varones.
Gracias a la labor de las enfermeras, las campañas de vacunación y erradicación de enfermedades de contagio han alcanzado éxito, como por ejemplo la erradicación de la viruela, tétanos neonatal, sarampión, poliomielitis y difteria, así como el control de la tuberculosis y la tos ferina.
Sin embargo, como trabajadoras también sufren las políticas de racionalización y recorte de recursos, que han deteriorado sus salarios. Al mismo tiempo se registra un aumento en el número de consultas, estancamiento de la plantilla laboral, menoscabo de las instalaciones y falta de material y equipo médico, señala el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Andrés López Ojeda.
Otro de los fenómenos a los que se enfrentan las profesionales de la atención a la salud son los riesgos derivados del contacto con elementos que pueden ser infecto-contagiosos, y un ambiente de estrés constante.
Son las enfermeras responsables inmediatas en la atención médica y quienes tienen una mayor convivencia con los pacientes hospitalizados, por ello su labor es fundamental en la atención a la salud, ya que son el primer contacto de las y los pacientes, actividad poco reconocida por las autoridades de salud.
Ello se refleja en la percepción salarial de las enfermeras en relación con los médicos, debido a los años cursados para obtener el grado de enfermera que es de cuatro años frente a los seis para obtener el grado de médico general.
Hoy, a 32 años de la celebración del día de la enfermera, las condiciones laborales precarias enfermeras y enfermeros se han agudizado con el Tratado de Libre Comercio, que les coloca en desventaja al carecer en México de los adelantos tecnológicos de los profesionales de la salud de países desarrollados, reto con el que tendrán que lidiar en los próximos años y frente al cual aún no se tiene un panorama claro por parte de las autoridades de salud y las instituciones educativas responsables.
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