Inicio Columna El país de los changarros: un modelo de mercado laboral

El país de los changarros: un modelo de mercado laboral

Por Carmen R. Ponce Meléndez

Confirmado, el modelo del mercado laboral en México descansa en los micro y pequeños establecimientos -de 1 a 50 personas-, en un universo de 5.4 millones de Unidades Económicas (UE), 99.7 por ciento están en la categoría de micronegocios y medianos.

Por cada 100 personas empleadas, 46 se ubican en los micronegocios, sólo nueve corresponden a empleos generados por las grandes, que cuentan con 251 personas o más, en el caso del Sector Industrial.

Lo más relevante, de cada 100 empresas 95 son micros (0 a 10 personas), conforme a los datos arrojados por el Censo Económicos 2009, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). ¿Qué implicaciones tiene este hecho, ya sean de índole laboral, fiscal y para el horizonte de desarrollo nacional, en especial para la población femenina?.

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Se debe partir del reconocimiento de una realidad muy importante, por cada 100 personas ocupadas (PO), 42 son mujeres. Su distribución por sectores de actividad económica es: 12 en Comercio y 22 en Servicios (34 mujeres del Sector Terciario); siete en Industria y 1.7 del Sector Primario, según cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), Inegi, agosto 2010.

PO Femenina por Establecimientos

Al analizar la ubicación de esta PO femenina por tamaño de establecimiento, se observa que ésta se concentra en los pequeños y medianos, –de cada 100 empleos, 44 corresponden a los pequeños-, con los medianos establecimientos reúnen más de la mitad, 68 empleos; por último está Gobierno con 12.1 por ciento. Cifras congruentes con las del Censo Económico 2009.

Las grandes empresas en tanto empleadoras, solo significan el 20.2 por ciento del empleo femenino; por lo que hace a su crecimiento durante los últimos cinco años (2005-2010), se aprecia una reducción de 1.2 por ciento en este ámbito, contrastando con el abrumador crecimiento del 11.4 por ciento para los pequeños y medianos establecimientos, por su parte el Gobierno registra un aumento de casi 20 por ciento (datos del Inegi, ENOE, febrero 2010).

Para este período de análisis el crecimiento más significativo del empleo femenino, se ubica en los pequeños establecimientos, para los grandes la tendencia es decreciente, se sitúan básicamente en el Sector Terciario (Servicios), que incluye: Comercio, Financiero, Educación y Gobierno.

¿Qué se puede esperar de una economía con estas características, donde las UE predominantes son «changarros»?

CAUSAS Y EFECTOS DE POBREZA

Este tipo de UE son escasas en tecnología, intensivas en mano de obra, con un alto nivel de informalidad –laboral y fiscal-; mano de obra con exigua calificación; trabajo familiar no remunerado y salarios muy bajos.

Reducido acceso a los circuitos financieros, y por supuesto bajo nivel de competitividad nacional o internacional; un panorama nada alentador para las y los trabajadores y en el horizonte del desarrollo económico del país.

Lógicamente existe una gran concentración del ingreso y de la riqueza. De cada 10 pesos generados por las actividades económicas (producción bruta), 6 corresponden a las UE de 251 personas o más (grandes) y tan solo 8 centavos en las UE de 0 a 10 personas (micros), cifras de los Censos Económicos 2009.

A este panorama, se suman dos consideraciones muy apreciables: el paradigma del desarrollo en nuestro país, basado en la exportación -grandes y si acaso medianas empresas-; el mantenimiento de los costos laborales bajos como única apuesta de acumulación; cuando en realidad el mercado interno debería tener un papel estratégico para el crecimiento, ya que los micronegocios (que son abrumadora mayoría), están excluidos de este modelo de desarrollo de exportación.

Por lo consiguiente, es totalmente falso que el desempleo se deba a la rigidez laboral y que esto produzca salarios excesivos. En este contexto ¿qué tipo de reforma laboral se requiere, cuando la Ley Federal del Trabajo fue creada pensando fundamentalmente en las grandes empresas?

Una primera medida del nivel de precarización, que tienen los empleos para las mujeres en estas UE, son los altos índices de trabajadoras que no cuentan con acceso a los servicios de guardería, es el caso de trabajadoras con responsabilidades familiares que deberían estar apoyadas por el Estado.

Considerando exclusivamente las trabajadoras subordinadas y remuneradas con uno o dos hijos, resulta que en el Sector Terciario hay un alto porcentaje que no cuenta con este servicio, es del 80.7 (80 de cada 100 trabajadoras).

El punto más alto de desprotección, se registra en el Sector Primario (Agricultura, Ganadería y Pesca), donde únicamente el 3 por ciento de las mujeres con tres a cinco hijos accede a las guarderías -tres de cada 100 trabajadoras-; los niños jornaleros del campo que tienen que acompañar a sus madres al trabajo (datos del II trimestre, 2010, Inegi).

Y aún así, en estas condiciones tan precarias en que laboran las mujeres trabajadoras con hijos, Cordero como Secretario de Desarrollo Social declaró que había que recortar recursos en proyectos que no eran «prioritarios» como las guarderías que apoya esa Institución; para colmo las pocas guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social se subrogan o se incendian. ¡Cosas veredes Mio Cid!

¿Más Micronegocios?

En cuanto a la informalidad -otra causal de pobreza- habría que señalar que según el Inegi en el II trimestre de este año, el porcentaje de mujeres sin acceso a trabajos formales alcanza la escandalosa cifra del 58.52 por ciento (más de la mitad); pero no conforme con eso, en el rango de edad entre 14 y 19 años, este porcentaje crece, de tal forma que 78 de cada 100 mujeres jóvenes están en la informalidad.

Son algunos de los resultados «naturales» del modelo del mercado laboral y un país de micro-changarros, eso sí exportador. Por lo consiguiente estos indicadores relativos al acceso a guarderías, prestaciones económicas, jubilación, servicios de salud, sindicalización, en suma trabajos dignos, revelan que no están al alcance de la mayoría de la mano de obra femenina y habrá que leerlos con más detenimiento.¿Reforma Laboral, para quiénes?

[email protected]

* Economista Especialista en género

10/CPM/LR/LGL

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