El vocablo género no es sinónimo de mujer, sino que se refiere a una teoría que surge a la ciencia desde la psicología y hace alusión a las diferentes formas de manifestarse, sentir y conducirse como hombre y mujer en la sociedad, indicó Hilda Morales, de la Red de la No Violencia contra las Mujeres, en el XVIII Congreso Jurídico Guatemalteco «Lic. Edgar Alfredo Balsells Tojo».
De acuerdo con la especialista, la teoría de género plantea las diferencias existentes entre hombres y mujeres y trata de explicarlas, por lo que fue necesario aludir a los antecedentes teóricos sobre las desigualdades entre ambos sexos, que han sido una preocupación e inquietud desde la época de la ilustración, que ciertamente terminó con algunos dogmas arraigados en las sociedades, pero no puso fin al prejuicio de la inferioridad de las mujeres.
La integrante de la Red y de la Comisión de Género del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, dijo que aunque las mujeres han logrado avances en la sociedad por su lucha y defensa de sus derechos, han sido relegadas al mundo de lo privado y los quehaceres domésticos.
Esa situación ha obstaculizado la inclusión de mujeres en el ámbito político y su empoderamiento en los puestos de toma de decisiones, indicó.
Guatemala no ha cumplido con los compromisos adquiridos y suscritos a favor de las mujeres, como las Convenciones Belén Do Pará y sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer –CEDAW, añadió.
Indicó que a pesar de que la Constitución Política de la República de 1985 contiene grandes avances en el reconocimiento de los derechos femeninos, es necesaria una nueva normativa con mayor énfasis en la ciudadanía plena de las mujeres, en su autonomía, en el derecho a su propio cuerpo y en la expresión de su sexualidad; además deberá utilizar un leguaje incluyente y no-sexista, que las visibilice como parte importante de la población.
Subrayó que la Constitución para el siglo XXI deberá fundarse en la equidad de género y en la teoría feminista, con el objetivo de rescatar la propuesta de una democracia fincada en los derechos humanos.
El pasado sábado Amnistía Internacional otorgó a Morales el galardón como «Embajadora de la Conciencia» por su trabajo en la defensa de los derechos de las guatemaltecas.
La feminista dedicó el premio a las guatemaltecas asesinadas, a las sobrevivientes de la violencia intrafamiliar y a sus compañeras de la Red de la No Violencia y lamentó que la sociedad se haya acostumbrado a ver la violencia contra las mujeres como algo normal, natural y justificable.
2004/LR
