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Embarazadas, más vulnerables al maltrato físico y emocional

Por Hypatia Velasco Ramírez

Las muertes en mujeres que están en el período de embarazo ocurren con mayor frecuencia en los países en vías de desarrollo y dos de las principales causas son el aborto inseguro y la violencia perpetrada contra ellas.

Lo anterior, según el texto Muerte Materna por aborto y por violencia en México: Narración de una experiencia en la formulación e implementación de una metodología de investigación, de Henry Espinoza, Bernardo Hernández, Lourdes Campero, Dilys Walter, Sofia Reynoso y Ana Langer.

Ambas causas de decesos en la maternidad podrían ser evitadas, pero la falta de datos que determinen la frecuencia con que se producen las muertes restringen el desarrollo de políticas orientadas a la prevención.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia contra las mujeres es cualquier acción o conducta basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico de la población femenina, tanto en el ámbito público como en el privado.

En su mayoría, la violencia que sufren las mujeres es dentro de su hogar y en México los homicidios y suicidios de mujeres embarazadas no se encuentran dentro de los registros del sistema de estadísticas como muertes vinculadas al embarazo.

Por su parte, el texto Detección de Violencia Doméstica en Mujeres Embarazadas, investigación realizada por Estela Arcos, Irma Molina, Angela Repossi, Myrna Uarac, Paola Ritter y Leonor Arias, en el año 2000, destaca que las mujeres embarazadas tienen un riesgo de maltrato más alto que aquellas que no lo están, afectando de esta manera su capacidad reproductiva.

La investigación destaca, además, que el embarazo es una etapa particularmente vulnerable a la violencia, ya que una de cada seis mujeres embarazadas ha sido agredida durante su actual embarazo.

Según un estudio, realizado por las investigadoras a 131 mujeres en la provincia de Valdivia, ubicada al sur de Chile, el 60.3 por ciento de ellas señaló que ha sufrido violencia doméstica, física y/o emocional, las cuales se acentuaron durante la gestación.

Y los embarazos no planificados resultaron ser el grupo que presenta en mayor medida experiencias de violencia.

Mientras tanto, el texto Violencia física y psicológica contra la mujer embarazada, de Diana Patricia Medina Meza,
Juan Camilo, Martínez Salgado,
Juan Carlos Suárez Rodríguez, Luis Javier Castro Naranjo, Yina Yuliza Muriel Perea y Martha Nelly Obando, señala que la prevalencia de violencia doméstica durante el embarazo comenzó a estudiarse hace poco más de 15 años.

Este abuso en sus diferentes formas durante el embarazo está siendo reconocido como un problema de salud mundial y es comparable con todas las complicaciones médicas por las que son rutinariamente evaluadas las gestantes: eclampsia y placenta previa, entre otras.

La violencia familiar dentro del período de embarazo tiene como consecuencias parto prematuro, bajo peso al nacer, daño y muerte fetal, dependencia al alcohol o drogas, intentos de suicidio, homicidio, depresión, ansiedad y cuidados prenatales inadecuados.

Por último, el estado de la población mundial del año 2000 emitido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) señala que la violencia está relacionado con mayores riesgos de aborto espontáneo, una de las principales causas de muerte materna, parto prematuro, sufrimiento fetal y bajo peso al nacer

Destaca además que un estudio realizado en León, Nicaragua, comprobó que la violencia contra las mujeres embarazadas tiene como consecuencia la triplicación de la cantidad de niños con bajo peso al nacer y los golpes abdominales pueden causar la muerte del feto o provocar alumbramientos prematuros.

La violencia también puede afectar de manera indirecta el resultado del embarazo, ya que incrementa la probabilidad de que una mujer opte por comportamientos dañinos como fumar y consumir alcohol y drogas, los cuales se han vinculado a las complicaciones del embarazo.

El estrés y la ansiedad que se originan en el constante comportamiento violento durante el embarazo reducen la capacidad de una mujer para obtener nutrición adecuada, descanso, ejercicio y atención médica. Esto puede retrasar el crecimiento fetal o llevar en última instancia a la muerte de la madre dentro del periodo de gestación.

06/HVR/GG/CV

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