Dos pesos invertirá el gobierno federal el próximo año para evitar diariamente la muerte de cuatro mujeres, 109 niños y niñas, mil 232 embarazos no deseados en mujeres menores de 20 años de edad y garantizar que 26 millones de mujeres tengan acceso a métodos anticonceptivos.
En conferencia de prensa, Rosalío Rangel, integrante de Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, informó que de acuerdo al Proyecto de Egresos de la Federación 2003, el presupuesto en materia de educación y salud presenta un incremento real de 1.8 por ciento, es decir, dos pesos por persona.
Lo anterior, señaló Rangel, deja de manifiesto que el gobierno federal evade su responsabilidad de invertir recursos económicos para atender las necesidades y demandas de la sociedad y transfiere a las mujeres los costos de los servicios de salud y educación.
Rangel señaló que aún cuando el presidente Vicente Fox habla de cambios importantes en la forma de asignar los recursos públicos, lo que realmente se aprecia en el proyecto económico del gobierno federal para el 2003 es un simple cambio en la forma de presentación.
Con el proyecto, agregó, pretenden hacer creer que aumentan los recursos destinados a atender los rezagos sociales, cuando en realidad ese incremento se debe a que incluyen gastos tales como el pago de personal a las fuerzas armadas y en general a los cuerpos de seguridad pública.
Sin embargo, sostuvo, aun cuando el gasto en educación y salud realmente aumentara, estos incrementos resultarían insuficientes ante las crecientes necesidades de la población.
Por su parte, Graciela Freyermuth, del Foro Nacional de Mujeres y Políticas de Población, sección Chiapas, condenó el hecho de que el único cambio visible de la política pública del gobierno foxista, es el formato de presentación del presupuesto.
Además, dijo, ésta es engañosa y no permite identificar con precisión los recursos que se asignan verdaderamente a la atención de los problemas sociales, impide llevar a cabo un monitoreo efectivo y obstaculiza el análisis comparativo que dé cuenta de la evolución del gasto público.
En este sentido, Rangel calificó como prioritario que el gobierno federal incluya a las mujeres como beneficiarias del gasto público, a través de la promoción de una mayor transparencia en la asignación de recursos y la rendición de cuentas.
Para ello, insistió, es necesaria la creación de mecanismos que aseguren la transparencia y rendición de cuentas en todos los niveles –político, administrativo y social–, con el objetivo de lograr que los programas públicos sean exitosos y equitativos.
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