En 22 años, la necesidad insatisfecha de anticonceptivos en adolescentes sexualmente activas sólo disminuyó 2.2 por ciento, lo que deja en evidencia la ineficacia de las políticas públicas en salud sexual y reproductiva para ese sector de la población.
En el informe «La situación demográfica de México 2010», elaborado por especialistas y divulgado por el Consejo Nacional de Población (Conapo), se advierte que se requiere fortalecer las estrategias de gobierno para aumentar el acceso de métodos anticonceptivos para las mujeres de 15 a 19 años de edad.
En el apartado «La necesidad insatisfecha de anticonceptivos en adolescentes: análisis de sus niveles, tendencias y componentes», los expertos concluyen que en las últimas dos décadas esa problemática «no ha cambiado estadísticamente» pues permanece en un «nivel elevado».
La necesidad insatisfecha de anticonceptivos, la cual se define por la proporción de adolescentes sexualmente activas que no tienen acceso a anticonceptivos y no quieren quedar embarazadas, permanece en 22 por ciento, con un rango de variación de 19 a 24 por ciento. Este indicador era de 23.7 por ciento en 1987; para 2009 se redujo a 21.5 por ciento, es decir, apenas 2.2 por ciento.
El informe de Conapo señala que ese «leve descenso» en tan largo tiempo sugiere que, para conseguir logros significativos, se requiere «fortalecer verdaderamente las actividades y estrategias encaminadas a favorecer el acceso de una gama más amplia de métodos anticonceptivos para las y los adolescentes».
La falta de disponibilidad de la anticoncepción para adolescentes tiene relación con la prevalencia de embarazos no deseados y no planeados. En 2009 la prevalencia se situó en 40 por ciento, cifra que «revela el tamaño del reto para los programas de salud sexual y reproductiva de adolescentes en México», recalcan los especialistas.
La prevalencia del embarazo no planeado y no deseado en 1987 fue de 49.4 por ciento, sin contar los embarazos por falla del método. En 2009 sólo dos de cada 100 adolescentes se embarazaron por deficiencias en el uso del anticonceptivo.
De acuerdo con el mismo estudio, el no uso de anticonceptivos disminuyó de 61.2 en 1987 a 45.1 por ciento en 2009. En este último año, de cada 100 adolescentes sexualmente activas, sólo una no uso anticonceptivos por no estar de acuerdo con ellos.
El aumento del uso de anticonceptivos modernos pasó de 31.4 en 1987 a 50 por ciento en 2009 debido a la adopción del condón por parte de las adolescentes desde finales de los años noventa.
Sólo cuatro de cada 100 adolescentes sexualmente activas utilizan métodos de anticoncepción tradicionales, como el ritmo, que consiste en la abstinencia de relaciones coitales durante los días fértiles de las mujeres.
En la investigación se apunta que 60 por ciento de las adolescentes sexualmente activas que no están embarazadas, no desean tener una hija o hijo «en los próximos dos años o nunca más».
El deseo de postergar la maternidad es una tendencia creciente desde 1987. En ese año, 30 por ciento de las adolescentes activas estaban en esa situación; en 2003 fue el 44 por ciento de ellas y en 2006 el 54 por ciento.
El apartado «La necesidad insatisfecha de anticonceptivos en adolescentes: análisis de sus niveles, tendencias y componentes», presenta cifras con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2009 y encuestas anteriores.
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