Una mujer indígena fue quemada viva por su marido en una comunidad del municipio de San Andrés Larráinzar. La comandancia de la policía confirmó que Andrés Gómez Santiz amarró a su esposa María López Díaz a un poste, le roció gasolina y le prendió fuego dentro de su casa, en la comunidad Jocoljó.
Según la policía, el indígena discutió con su esposa; «enfurecido, la golpeó y la mató quemándola». Los pobladores detuvieron a Gómez Santiz cuando intentaba huir y lo entregaron al juez de Paz y Conciliación de este municipio, que fue la sede de los diálogos entre el EZLN y el gobierno mexicano.
El indígena rindió su declaración ante el Ministerio Público, pero no especificó las razones del asesinato. No obstante, las autoridades locales reconocieron que los indígenas abusan de las mujeres escudados en los usos y costumbres de muchas comunidades en los municipios de los altos de Chiapas.
Con este crimen queda de manifiesto que la violencia intrafamiliar no es un asunto privado: se trata de un problema de Estado que cunde a lo largo y ancho de la nación; ahora, con el asesinato de una indígena a manos de su marido, se suma un caso más al alarmante fenómeno del feminicidio en México que tiene en Ciudad Juárez, Chihuahua, la punta del iceberg, pero que es también visible en varias entidades del país.
Asimismo, es necesario resaltar que la violencia intrafamiliar forma parte de la violencia feminicida, es decir, aquélla que tiene como base el odio hacia las mujeres por el mero hecho de serlo y que es necesario erradicar para construir una sociedad incluyente, con equidad y justicia.
05/MC/YT