En la situación de los derechos humanos de los migrantes en tránsito por México prevalece la trata de niñas, niños y mujeres para la explotación sexual, señaló el presbítero Pedro Pantoja Arreola, al presentar el Cuarto Informe Sobrevivientes de la Violencia de Estado, que elabora Belén Posada del Migrante, Humanidad Sin Fronteras, y Frontera con Justicia.
En la frontera sur, los prostíbulos están llenos de hombres y mujeres centroamericanas al igual que en el norte del país, agregó.
Enfatizó que si el año pasado se contabilizaron 2 mil violaciones a los derechos humanos, el más reciente informe da cuenta de 3 mil 294, del 1 de mayo de 2007 al 15 de febrero de 2008.
Las golpizas, abusos sexuales, encarcelamientos, secuestros en la triple modalidad de tráfico, como son la trata sexual y laboral, y comercialización de órganos arrojan un panorama inhumano para las y los migrantes y de impunidad para los agresores.
Dijo que tienen pocas pruebas, aunque muchos testimonios, de los atropellos, «acabamos de rescatar a una víctima, que llegó a nuestra casa y que estaba totalmente encadenada a esa esclavitud, la tenemos bajo custodia de una organización mucho más poderosa que nosotros en este terreno».
Hasta ahora, Frontera con Justicia, la organización que preside, ha presentado una denuncia en el período de referencia en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y en la Comisión Estatal por agresiones hacia migrantes, así como ante el Ministerio Público de Ramos Arizpe, por la detención de 10 personas en forma violenta.
Ante el recrudecimiento de las violaciones a los derechos humanos hacia los indocumentados por territorio mexicano, como son los robos, amenazas, insultos, golpes y ataques sexuales, las organizaciones no gubernamentales siguen luchando por una nueva reforma migratoria.
Aunque hubo un avance en materia migratoria el año pasado, con la descriminalización de seis artículos de la Ley General de Población y la Suprema Corte de Justicia de la Nación libera de toda penalización la ayuda humanitaria a las y los migrantes, el siguiente paso es continuar con el diálogo entre todos los sectores interesados, para lograr un verdadero trato humanitarios a las personas que transitan indocumentadas.
Subrayó que el caso de las mujeres se agrava cada vez más, porque ahora viajan más solas, sufren más que los hombres en el trayecto, porque son las más sometidas, sobre todo al abuso sexual.
EL TREN
Ángel Armando solo tiene que esperar a que llegue otro tren, con 20 años de edad sabe que su vida tiene que ser así. Eso le dijo a su madre al partir de Tegucigalpa, Honduras, hacia Estados Unidos.
La peligrosa travesía por México ha provocado que la ruta hacia el país más poderoso del mundo sea temida por los migrantes, quienes son un botín para elementos de las diferentes corporaciones policíacas y guardias ferroviarios.
En su recorrido le han pedido 200 pesos para subirse al vagón, pero el caso de Ángel es muy raro, debido a que el registro de las ONG que velan por los indocumentados es que estos están indefensos ante los abusos y las arbitrariedades.
De ahí que la Asociación Civil Frontera con Justicia proteste contra las autoridades gubernamentales, «debido a que ninguno de sus mandos y operativos involucrados en la violaciones de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos posen los elementos metodológicos, de trabajo y de acciones que les permitan negar los hechos violatorios».
SISTEMA ECONÓMICO PROPICIO
Al respecto, el Obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, dijo que no únicamente deben cuestionarse la situación de tránsito, sino el sistema económico y político que obliga a la gente a salir de su país e origen.
«se trata de un sistema inequitativo, injusto y excluyente, que margina a millones de personas que deben buscar mejor vida en otro sitio y en otro país también son marginados. Entonces hablamos de una estructura que no les da oportunidades».
El número y las modalidades de vejaciones hacia los migrantes centroamericanos que atraviesan territorio coahuilense han aumentado, en particular los ataques contra mujeres y niños.
El obispo Raúl Vera López, comentó que el principal propósito en común debe ser que las y los migrantes sean tratados como seres humanos, porque las causas de la salida de su país son la carencia de seguridad, de un trabajo digo, la imposibilidad de alcanzar un buen nivel de vida.
Estas condiciones que favorecen la migración no tienen posibilidades de cambiar, dijo, porque este modelo económico da preferencia al lucro en la cuestión laboral y deliberadamente restringe las oportunidades de progreso a muchas personas.
«La obligación de la iglesia es cambiar los criterios que privan en la organización política y económica. Tiene que anunciar la dignidad de la vida humana, hacia el bienestar de la persona», señaló Vera López.
08/SN/CV/GG
