«No hay excusas: ni culturales, ni económicas, ni de subdesarrollo, impunidad o desconocimiento para amparar y no luchar contra la explotación sexual infantil, una de las violaciones más graves a los derechos de los niños».
Éste es el mensaje con el que el Comité Español del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y un grupo de instituciones públicas y privadas buscan sensibilizar sobre este delito a los ciudadanos, especialmente a aquellos que viajan desde España a destinos donde suele ser más común la explotación sexual infantil.
«No hay excusas, no a la explotación sexual infantil», es el lema de la campaña que se lanzó esta semana y que, además de llegar al grueso de la población española, espera conseguir el apoyo de sectores que son clave en la prevención y lucha contra este delito, como son las líneas aéreas y las grandes cadenas de hoteles, según difunde Canal Solidario.
La explotación sexual infantil es uno de los delitos más ocultos y más favorecida por la impunidad, sin embargo, dentro de su clandestinidad, el que concierne al turismo sexual es el más visible. Sin embargo, como afirma Francisco González Bueno, Presidente del Comité Español de Unicef, «es difícil establecer estadísticas claras».
«Se calcula que cada año hay un millón de niñas y niños en las redes de prostitución infantil y que un 0.6 por ciento de los viajeros lo hacen con fines de abuso sexual a la infancia.»
Según González Bueno, se trata de un problema complejo que tiene causas subyacentes, entre las que se cuentan la pobreza, la discriminación de género, los conflictos armados y las redes dedicadas a la trata de personas.
La Secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familia y Discapacidad, Amparo Valcarce -que participó en la presentación de la campaña –, puntualizó que se trata de un «problema universal, que aunque afecta más a las poblaciones vulnerables, no es consecuencia directa ni de la pobreza, ni del subdesarrollo», y que, por tanto, nos compete a todos.
Aunque este delito se presenta en mayores proporciones en países subdesarrollados, como India y los Estados del Sudeste Asiático, también es una realidad presente en países del primer mundo como Estados Unidos e, incluso, en España donde ya se han detectado casos, según afirmó el Secretario General de Turismo, Ramón Martínez, aunque no hay cifras ni estudios claros sobre esta situación.
La universalidad de la explotación sexual infantil hace necesario que todos los países establezcan leyes transnacionales que castiguen con rigor este delito, que está tipificado en España y que se persigue dentro y fuera del territorio nacional.
Además de la necesidad de tener leyes adecuadas –ya en la Primer Congreso Mundial de Explotación Sexual Infantil realizado en Estocolmo, los países participantes se comprometieron a crearlas-, es fundamental que las y los ciudadanos y especialmente turistas comprendan las dimensiones del problema y que tengan la información necesaria para denunciarlo.
La campaña «No hay excusas, no a la explotación sexual infantil» pretende poner sobre la mesa un tema que «aún es tabú en la sociedad, del que no se habla porque se piensa que no nos compete», como explica Josep Antón Arrebole de ECPAT España, y que constituye una de los actos más aberrantes e intolerables que tiene graves consecuencias en los niños y niñas víctimas.
2004/GV/SM
