Más de 25 organizaciones nacionales e internacionales de mujeres pidieron hoy respeto a la soberanía de los pueblos, al derecho de las personas a decidir sobre sus propios cuerpos, y acusaron al presidente de Estados Unidos, George Bush, de arriesgar la integridad física y mental de las mujeres iraquíes.
Nuria Marrugat, integrante de la organización civil Salud Integral para la Mujer (SIPAM), leyó esta tarde el documento Las Guerras de Bush, al participar en el encuentro entre senadores y sociedad civil Iniciativas a Favor de la Paz, La Ayuda Humanitaria, el Respeto a los Derechos Humanos y la Reconstrucción de Irak.
México, Estados Unidos y 186 países más se comprometieron en 1995 en la Cuarta Conferencia Internacional de la Mujer, a lograr «un entorno que mantenga la paz mundial, promueva y proteja los derechos humanos, la democracia y el arreglo pacífico de las controversias» como condicionante para el desarrollo femenino, recordó el escrito.
«Para completar la herencia (petrolera) de su padre, Bush está sometiendo a las mujeres iraquíes a nuevos riesgos para su vida y la integridad de su salud física y emocional», sostuvo Marrugat, quien visitó Bagdad a principios de marzo pasado en una misión de paz y testificó la falta de medicamentos.
Las feministas mexicanas y de América Latina cuestionaro a Bush por su política contra la vida y la salud reproductiva de las mujeres estadounidenses y las de países pobres, conocida como Ley Mordaza.
«En su primer día de gobierno revivió la Ley Mordaza, según la cual, los fondos estadounidenses para ayudar a programas de planificación familiar se darían bajo la condición de que ni siquiera se mencione el tema de aborto,» política que remató con el recorte de 34 millones de dólares al Fondo de Población de las Naciones Unidas (Fnuap).
«Su fundamentalismo exacerbado» continuó la crítica a Bush, «lo ha llevado a pensar que es el elegido para dictar a la población de nuestro planeta la manera en que todas y todos debemos vivir y morir.»
Por todo lo anterior, así como porque Estados Unidos y Gran Bretaña utilizaron la fuerza de manera unilateral «hasta sumir al mundo en la más grave crisis de gobernabilidad después de la Segunda Guerra Mundial» la sociedad civil y senadores asistentes al foro suscribieron la Declaración de Donceles.
En ella demandaron al presidente Vicente Fox y al actual presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), Adolfo Aguilar Zinser, que promuevan un acuerdo multilateral para declarar ilegal el uso de la fuerza contra Irak.
Además lograr el cese de las hostilidades bélicas y la instauración de un mecanismo bajo la supervisión de la ONU para reconstruir política y económicamente el país.
Asimismo, exigieron a las partes en conflicto la apertura inmediata de corredores de traslado y distribución de la ayuda humanitaria, al igual que observadores del respeto a los derechos humanos.
Entre las organizaciones que participaron están Católicas por el Derecho a Decidir; Consorcio para el Diálogo; Equidad de Género; Foro Nacional de Mujeres y Políticas de Población; Modem Mujer y Red por la Salud de las Mujeres de América Latina y el Caribe.
2003/MR/MEL
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