A tres meses de que termine el ejercicio presupuestal la Secretaría de Economía (SE) no ha ejercido 17.9 millones de pesos destinados a programas en favor de las mujeres.
Durante la presentación de su informe ante la Comisión de Equidad y Género, María del Carmen Díaz Amador, funcionaria de la Secretaría de Economía, explicó que su dependencia sólo ha gastado siete millones 630 mil 906 pesos en programas de apoyo a la mujer, por lo que quedan pendientes 17.9 millones de pesos por ejercer.
Cabe recordar que el presupuesto asignado en todas las secretarías de estado para programas a favor de las mujeres este año ascendió a mil 372.4 millones de pesos, de los cuales 220.4 millones se destinaron al Instituto Nacional de las Mujeres y 4.8 millones para el proyecto de atención a mujeres indígenas; para proyectos productivos viables y sustentables de mujeres, 11.2 millones de pesos.
Al presentar Díaz Amador su informe ante la Comisión de Equidad y Género sobre los destinos del presupuesto asignado este año a las mujeres, hizo énfasis en los programas y los montos destinados para cada uno, resaltando de especial manera el programa de microempresarios.
Además, destacó también los programas del Fondo de microcréditos para mujeres rurales (Fommur) y el Programa Nacional de Financiamiento (Pronafin); el primero tiene como objetivo impulsar productivamente a las mujeres indígenas por medio de los microcréditos y el segundo impulsar a las mujeres rurales y urbanas en condiciones de pobreza por medio de los financiamientos.
Mientras en el 2001 se entregó un total de cien mil microcréditos (el equivalente a 91 millones de pesos), en el primer semestre de este año se han entregado 99 mil créditos.
Asimismo, explicó también la funcionaria, la recién creada unidad de género en la misma Secretaría busca institucionalizar la perspectiva de género por lo que han establecido acciones que promuevan la equidad entre mujeres y hombres dentro de la dependencia.
En su momento, la diputada María Elena Chapa, integrante de la Comisión de Equidad y Género, cuestionó la disparidad en las cifras presentadas por la funcionaria de Economía: «Faltan dos millones de pesos», dijo, por lo que le pidió detallar en qué se ha destinado el dinero y cómo se ha distribuido en los microcréditos.
A decir de la legisladora, hay un subejercicio del presupuesto del 2001 y una no muy clara desagregación de las cifras sobre la aplicación del presupuesto destinado a las mujeres este año.
Asimismo criticó que los programas de microcréditos no estén dirigidos exclusivamente a las mujeres, pues como hay más programas mixtos, no se tiene un panorama completo de los programas que ha establecido la Secretaría hacia las mujeres.
Incluso, señaló Chapa, todos los programas de microcréditos son inaccesibles para las mujeres por las reglas de operación, al tiempo que manifestó su preocupación debido a que «sólo tienen acceso las mujeres líderes».
Por lo mismo le pidió a la Secretaría que trabaje intensamente en las estrategias para que estos créditos sean más accesibles a las mujeres y no se utilicen los montos destinados para capacitar, sino para que de verdad les lleguen a las mujeres.
Por su parte la diputada María de los Ángeles Sánchez Lira, también integrante de la Comisión de Equidad y Género, señaló que con estos microcréditos no puede esclavizarse a las mujeres para que únicamente pongan changarros en los que ellas mismas son las productoras de gelatinas o de tortillas, sino que debe generarse otro tipo de estrategias para que éstas obtengan ganancias de los micronegocios que emprendan; es decir, que tengan instrumentos para crecer y no nada más para subsistir. exclamó.
A manera de conclusión de este encuentro entre legisladoras y funcionarios de la Secretaría de Economía, Sánchez Lira pidió a los funcionarios que expliquen cómo se han favorecido las mujeres con estos programas implementados, además de entregar un desglose que complemente la información.
Falta mucho por trabajar entre ejecutivo y legislativo, dijo, así como agilizar las reglas de operación pues hasta hoy son un dique, una traba para las mujeres que desean obtener un microcrédito, finalizó.
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