Cerca de 400 mujeres están en riesgo de perder su empleo, en caso de que el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), desaparezca y se fusione con Nacional Financiera (Nafinsa), reveló hoy el secretario de Comunicación y Relaciones del Sindicato Nacional Único y Democrático de los Trabajadores, de esa institución financiera, Héctor Islas.
Al ser entrevistado por esta agencia, destacó que tan sólo el año pasado, las autoridades contemplaron despedir a 143 mujeres y 75 hombres. «Con la intervención sindical, durante la negociación, se logró la permanencia de 58 mujeres y 29 varones».
El desmantelamiento de la institución que desde hace 66 años ha mostrado rentabilidad, está plasmado en una iniciativa del presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Fauzi Handam, de extracción panista, donde se justifica la propuesta debido a una duplicación de funciones y operan de manera precaria debido a la escasez de recursos.
El secretario de Comunicaciones y Relaciones, dijo que en los mil 250 trabajadores de Bancomext hay el temor de dejar sin sustento a sus familias al ser despedidos o bien, de permanecer en sus puestos con jornadas de trabajo mayores a las actuales y por el mismo precio.
Pero ello no es todo: quienes conserven su trabajo tendrán que convertirse en testigos mudos de tratos injustos por venganza, discriminación, favoritismo, influyentismo o misoginia; aceptar sumisamente gritos, hostigamientos o intercambios ilícitos de favores, anotó Islas, quien entregó por escrito testimonios de algunas de sus ex compañeras de trabajo.
«Soy secretaria, madre soltera con dos hijos de nueve y tres años y una madre de 81 años. No me cabe en la cabeza que tengan que despedir a alguien con un sueldito como el mío», decía Maribel Cruz Rosas.
«Ojalá haya alguna oportunidad para mí, aunque sea en otra área. Mi situación es preocupante, ya que como sabes mi hijo y mi madre dependen totalmente de mí», relataba por su parte Leticia Martínez, especialista.
En tanto Laura Villaseñor, ex secretaria de la institución relata: «Tengo un hijo de ocho años y mi esposo no cuente con un empleo fijo debido a la situación económica general. Por ello, casi la totalidad de los gastos de mi familia son sustentados con mi sueldo».
Lo anterior, dice Héctor Islas es sólo una muestra del desmantelamiento de una institución que desde hace 66 años ha mostrado rentabilidad; es además un ejemplo de la actuación característica del gobierno actual que dejará desprotegidos, en caso de realizarse la fusión, a más de mil familias que actualmente laboran en Bancomext.
2004/RGL/GV/SM
