Además de los cambios en la economía mundial y la producción agrícola, combatir la soberanía alimentaria requiere de una visión integral que incluya la perspectiva de género, afirmó Yianna Lambrou, oficial principal en género de la División de Género y Empleo Rural de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
Entrevistada por esta agencia antes de su participación en el Foro internacional «La dimensión de género en el cambio climático y gestión de riesgos de desastres», Yianna Lambrou dijo que en temas como soberanía alimentaría también se debe considerar que mujeres y hombres tienen papeles diferentes.
«Las condiciones de vida son diferentes en muchas partes del mundo entre personas y esto se pone de manifiesto al ver que no a todos se les otorgan préstamos para proyectos agrícolas o que mujeres y hombres se les proveen los alimentos de distinta forma».
Hay estudios, dijo, que demuestran que en India muchos agricultores hombres han llegado a cometer suicidio porque no tienen otra salida al no tener forma de alimentar a sus familias, es decir, no todos viven estos problemas de igual manera.
Información de la FAO, evidencia que el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo tiene esperanza. No obstante, todavía existen cerca de mil millones de personas que pasan hambre y es demasiado pronto para saber si estamos ante el comienzo de una tendencia a la baja, o si solamente es un descenso temporal del número de personas subnutridas.
Pero para lograr avances reales hay que considerar el tema de género, afirmó Lambrou. En la reciente edición del informe de 2010 «El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo» 2010 (SOFI, por sus siglas en inglés), hay que acelerar los esfuerzos para poner fin al hambre y la pobreza, consideró.
Por tal motivo, la oficial principal en género afirmó que es importante reconocer que las dificultades para realizar tareas como cosechar y acarrear el agua todos la sienten, por ello las soluciones tienen que ser para ambos: mujeres y hombres. «No se puede trabajar con un solo género, las comunidades están conformadas por ambos, sólo juntos norte y sur; ricos y pobres pueden enfrentarlo», señaló
Refirió que el cambio climático es demasiado grande para quedarnos como ha sucedido en otras circunstancias, «en nuestros nichos y desde nuestras actividades debemos unirnos como alianza porque no podemos enfrentar el cambio climático desde nuestro pequeño escritorio».
La FAO ha estimado que los países en crisis prolongada, se enfrentan a numerosos retos. Sin embargo, no son insuperables: «hay esperanza. Mediante un mejor entendimiento de la naturaleza de las crisis prolongadas se incrementa la capacidad de responder más eficazmente.
Por ello, Lambrou considera necesario que se deje de ver estos fenómenos «desde el espacio de organizaciones ambientales o feministas, hay que unir nuestras voces como un ejemplo para que el mundo vea cómo se combate el cambio climático», afirmó.
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