Inicio “Erráticos” los programas para atender salud materno-infantil

“Erráticos” los programas para atender salud materno-infantil

Por Anaiz Zamora Márquez

México ha dado pasos importantes en el combate a la muerte materna (MM) e infantil, pero no ha logrado erradicar la inequidad en el acceso a servicios y oportunidades a nivel nacional, e incluso en las ciudades, por lo que muchas mujeres siguen muriendo por causas prevenibles durante el embarazo, parto y puerperio, y muchas niñas y niños pierden la vida antes de cumplir los cinco años de edad.
 
De acuerdo con Save The Children –organización internacional en defensa de la infancia–, lo anterior ocurre en un contexto en el que a los programas federales para atender la salud materna e infantil no se les ha asignado el presupuesto adecuado, los recursos asignados se ejercieron de manera errática, y no hay una evaluación de su impacto. 
 
Los señalamientos se desprenden de una serie de investigaciones que la organización presentó hoy de cara a que se cumpla el plazo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU (septiembre de este año), y que ponen de relieve los retos que enfrenta el gobierno mexicano para garantizar el derecho a la salud de las madres y sus hijas e hijos.
 
En conferencia de prensa, Antony Caswell, director de Asuntos Internacionales de Save The Children-México, dijo que el problema persistente en el país sigue siendo la inequidad, que se traduce en que no todas las mujeres a nivel nacional y entre entidades tengan la misma posibilidad de acceder a servicios y programas, misma situación que enfrentan sus hijas e hijos.
 
De acuerdo con las estimaciones, en el país al año hay 38.2 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, cifra que está lejos de la meta acordada de 22.2 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.
 
Con su informe “Salud infantil en México. Análisis exploratorio de la política pública y presupuestal 2000-2015”, la organización analizó los seis programas federales para atender las necesidades de salud y alimentación: IMSS-Prospera, Salud Materna y Perinatal, Prospera (antes Oportunidades) –en sus componentes de salud y alimentación–, Programa de Apoyo Alimentario (PAL), Seguro Médico Siglo XXI, y Unidades Médicas Móviles (UMM).
 
Estos seis programas federales existen desde 2001, pero juntos nunca han recibido más del 3 por ciento del gasto programable, e inclusive en algunos años registraron recortes importantes; aunado a ello todos los programas, con excepción de Prospera, han tenido subejercicios considerables, informó Save The Children.
 
También destacó que aunque las reglas de operación señalan cuál es la población objetivo que debe ser beneficiada, no es posible determinar si el programa realmente está llegando a esta población y si tiene un impacto en su vida.
 
Por ejemplo, si bien hasta 2013 Prospera atendió a cerca de 6 millones de familias de 105 mil 588 localidades marginadas del país, no hay información específica en términos de la atención por grupos de edad.
 
En tanto, el PAL registra una asignación presupuestal “bastante errática”, ya que aunque en 2009 el programa no ejerció –sin dar explicación de las razones– arriba de 4 mil 200 millones de pesos, para 2010 el aumento en su presupuesto fue cuatro veces superior al monto recibido en 2009.   
 
Erika Strand, jefa de Políticas Públicas del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia en México (UNICEF), señaló que es imposible dar seguimiento al impacto que tienen los programas en la mejora de vida de las y los niños, así como de sus madres. 

Agregó que existen brechas significativas tanto en la cobertura de los servicios como de los programas, toda vez que actualmente los programas federales no consideran que aquellos que están en mayor pobreza necesiten de mayor inversión, “pues de lo que se trata es que todas y todos no sólo tengan los mismos servicios, sino los mismos resultados”.
 
Dijo que desde UNICEF y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se ha realizado un monitoreo de los programas federales destinados a la infancia, que actualmente ascienden a más de 100.
 
Mediante ese monitoreo se ha podido identificar que no existe claridad en la forma en que se distribuyen los recursos o se determina quién accede a los programas. Por ejemplo, mientras el PAL en el Estado de México cubre al doble de su población objetivo, en Chiapas sólo cubre la mitad.

Según el informe “La lotería del nacimiento. El caso de México”, también presentado hoy, alrededor de 30 mil niñas y niños menores de cinco años mueren  por causas prevenibles, y casi un tercio de estas muertes se pueden atribuir a causas nutricionales.
 
El reporte agrega que la desnutrición tiene un impacto en el futuro: “Una niña o niño que haya sufrido problemas de desnutrición en los primeros años de su vida tiende a percibir 20 por ciento menos ingresos en su futuro que el resto de las y los menores de edad”.
 
Por otra parte el “Estado de las madres 2015: La desventaja urbana” (reporte anual de la organización) situó a México en el lugar número 53 de 179 de la lista de mejores países para ser madre, clasificación que se realiza con base en las condiciones de salud, educación, economía y políticas públicas destinadas a la maternidad.
 
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