La secretaria del Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Argentina, Elena Reynaga, se pronunció hoy por la sindicalización de las sexoservidoras como única forma de defensa de sus derechos humanos y laborales.
Durante una breve visita a México, donde asiste a los trabajos previos al II Foro sobre VIH/SIDA/ITS de América Latina y el Caribe –a realizarse del siete al 12 de abril en Cuba–, la dirigente pidió a los gobiernos garantizar la libertad de las mujeres que se prostituyen para erradicar su persecución y hostigamiento.
La también integrante de la Red de Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe abogó porque se reconozcan los derechos de las mujeres dedicadas a esta actividad, al igual que el resto de las trabajadoras de cualquier sector.
En su calidad de titular de la Secretaría de Género de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) se refirió a la necesidad de continuar trabajando en el campo de la salud, para evitar que las trabajadoras sexuales sean infectadas con el virus causante del SIDA o se conviertan en transmisoras de ese mal.
En entrevista con cimacnoticias, la activista culpó a la hipocresía de los gobiernos conservadores de la violencia ejercida hacia este sector y del aumento de problemas como la explotación sexual infantil.
Reynaga, quien confiesa haber iniciado esta actividad «por ignorancia» a los 18 años de edad, consideró que la sexoservidoras deben alcanzar el status de trabajadoras al igual que una enfermera o una secretaria que recibe pago por desarrollar ciertas labores.
MARGINACION Y RECHAZO, LA CARGA
Sin embargo, reconoció que este «trabajo» no es tan dignificante como podrían ser otros, toda vez que las trabajadoras sexuales son juzgadas, marginadas, rechazadas por la sociedad además de tener una afectación psicológica que se traduce en baja autoestima, vergüenza y sentimientos de culpabilidad.
Desde el actual Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Argentina, otrora la Asociación Mujeres Meretrices de la República Argentina, del cual conservan las siglas Ammar, se han logrado algunas garantías para las mujeres dedicadas a este oficio como evitar ser detenidas en la calle y encarceladas durante 30 días.
La organización sindical trabaja con el Ministerio de Salud de Argentina en campañas para la prevención de enfermedades de transmisión sexual y para que en todos los hospitales públicos las trabajadoras sexuales sean atendidas no sólo en lo que concierne a su salud sexual y reproductiva.
Actualmente el sindicato tiene afiliadas a mil 650 trabajadoras a nivel nacional , a quienes además ofrece nuevas alternativas para obtener recursos económicos y mejorar su nivel de vida a través del financiamiento de microempresas.
Reynaga informó que actualmente la CTA está conformada por 65 organizaciones sindicales entre las que se encuentran el sindicato que dirige así como el de los trabajadores desocupados, los jubilados, los artesanos, maestros y del sector eléctrico.
Aclaró que el objetivo de Ammar es defender los derechos, la salud y mejorar la vida de las trabajadoras sexuales siendo una de las tareas permanentes la difusión del uso del condón entre quienes se dedican a esta actividad para que lo utilicen ya sea con los clientes o con sus parejas permanentes y ocasionales, con el propósito de evitar infecciones de trasmisión sexual así como embarazos no deseados.
Convocados por Censida, durante dos días representantes de organizaciones no gubernamentales participarán en las actividades preeliminares al foro de abril próximo que tiene como fin intercambiar experiencias de programas nacionales, organizaciones de personas con VIH y no gubernamentales, instituciones públicas y privadas así como las agencias de cooperación internacional.
Entre los temas que se abordarán en La Habana, figuran: derechos humanos, género, vulnerabilidad social, ética y el mayor involucramiento de las personas infectadas con VIH.
Sm/mel
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