Gozosas pero a la expectativa, un grupo de feministas de América Latina celebra aquí la llegada al poder de la chilena Michelle Bachelet, mismo que se anotan como un triunfo del movimiento de mujeres y los esfuerzos de las Naciones Unidas por impulsar la participación política femenina.
Entre ellas se incluye la saliente ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Cecilia Pérez Díaz, quien calificó ayer la llegada de la socialista como «un triunfo de América Latina» y «una esperanza colectiva», al reunirse con otras activistas por los derechos de las mujeres.
Antes, el diario La Tercera publicó la carta que Cecilia Pérez envió el 8 de marzo pasado en la que a tres días del cambio de mandato presidencial criticó que «algunos tratan de disminuir la importancia de este hecho, de minimizarlo de marcarlo como algo anecdótico.»
Por el contrario, «implica la derrota real y simbólica de una cultura que mantiene altas dosis de legitimación de la desigualdad, de subordinación y hasta de violencia.» Y con dedicatoria a los adversarios de la nueva presidenta llamó a un gran acuerdo nacional «para avanzar en estas materias.»
Para la chilena Teresa Rodríguez, directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) en México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana, la llegada de Michel Bachelet, es un desafío enorme «y mostrar que sí se puede,» como un logro del movimiento de mujeres.
No ha sido en vano el trabajo diario desde 1990 del Sernam, dijo a Cimacnoticias al finalizar el «Conversatorio Democracia, Paridad y Acción Positiva» organizado aquí por la Unidad de la Mujer en la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
«Si no se hubiera creado el Sernam al recuperar la democracia en Chile y no se hubieran desarrollado la cumbres de Naciones Unidas de los 90 y especialmente Beijing, no sería tan fácil que en América Latina y en Chile, en especial, se diera la posibilidad de haber elegido a una mujer presidenta,» aseguró Rodríguez.
En tanto que Rocío Rosero, directora ejecutiva del Consejo Nacional de las Mujeres (Conamu) en Ecuador, consideró en entrevista que el logro «es de las mujeres, no solamente de las mujeres chilenas sino de las latinoamericanas.»
Piensa que es un gran desafío porque la propuesta de paridad en el gabinete plantea al Estado –gobierno y sociedad—a orientar mecanismos, formas de articulación y estrategias para hacer de la paridad una práctica institucional.
Adicionalmente, este triunfo presidencial «es fundamental para la revitalización del movimiento feminista.»
Para la feminista mexicana Cecilia Loría, la nueva mandataria «sintetiza una identidad con una serie de atributos que tradicionalmente provocaban la exclusión: es una feminista, estuvo en la cárcel, es una mujer separada», una profesional «que sin haber estado en el juego político de manera más formal, trae toda la frescura al escenario político con una visión progresista.»
Para Loría, el histórico acontecimiento que se formaliza mañana en el nuevo edificio del Congreso chileno en Valparaíso, «abre la posibilidad para que se debata en América Latina de cómo las mujeres deben romper el techo de cristal y dejar de ser solamente ministras o secretarias.»
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