No puede haber democracia sin democracia de género y ésta debe ser considerada como un giro en la estrategia para alcanzarla, señalaron aquí la directora para la oficina regional para Centroamérica, México y el Caribe de la Fundación Herinrich Boll (FHB), Silke Helfrich, y la senadora Leticia Burgos, al presentar el libro Democracia de Género, una propuesta inclusiva.
Durante la presentación del libro compilado por Angela Meentzen y Enrique Gomáriz, en la Casa de la Ciudad, Silke Helfrich , dijo que para la FHB esta democracia de género no es sólo sinónimo de equidad sino también una estrategia para alcanzar esa meta, donde no son las mujeres las rezagadas, por lo menos en cuanto a la conciencia que tienen de la importancia del tema.
Luego de plantear los escenarios posibles, la directora regional de la FHB sostuvo que lo posible sería un acercamiento entre hombres y mujeres, uno asumiendo la parte que no han querido asumir, como compartir las tareas domésticas y las otras empoderándose.
Helfrich aseguró que no puede haber democracia plena sin democracia de género, como hecho fundamental para avanzar hacia la equidad de género y hacia una ciudadanía sustantiva, que implica diálogo, participación activa y negociación entre ambas partes, en base a sus intereses comunes y diferentes, y como meta final para convocar a más sectores.
Helfrich afirmó que la igualdad de oportunidad de las mujeres en la vida laboral y política, sólo será posible si se logra convencer a los hombres a compartir tareas en la familia, así como evitar el enfrentamiento entre los sexos y buscar la acción conjunta hacia un nuevo pacto.
La senadora Leticia Burgos destacó a su vez la relevancia del libro Democracia de Género, una propuesta inclusiva y resaltó el quehacer de la FHB al apoyar los procesos de construcción de ciudadanía, propiciando el debate y promoviendo la cimentación de alternativas en los procesos de desarrollo e instrumentación de proyectos de nación en nuestra región, «la región más desigual».
La presidenta de la Comisión de Desarrollo Social del Senado de la República sostuvo que la propuesta incita al debate político sobre la construcción de ciudadanía, apunta a una combinación de cambios personales, institucionales, estructurales y culturales, pero en el marco de los sistemas políticos nos llama al debate.
Consideró que la obra plantea ampliar las reflexiones en torno a las transformaciones de las relaciones de género y su impacto en la organización familiar, social, económica, cultural y política y, por otro lado, busca movilizar al conjunto de la sociedad para dinamizar la agenda política a favor de la equidad de género.
Aunque reconoció que la democracia de género aún es poco visible y escasamente comprendida en nuestro país, a pesar de lo que se diga y pese a avances institucionales tendientes a la equidad de género, pues sigue sin considerarse en la agenda nacional como prioridad.
La senadora Burgos coincidió con la compiladora Ángela Meentzen, en el sentido de que una condición básica de la democracia de género, tanto pública como privada, es que prevalezca un estado socialmente responsable, un estado de derecho, un estado que garantice los derechos civiles, ciudadanos, políticos, los derechos sociales y ambientales.
De igual forma citó a Haydée Birgin, cuando destaca que se requiere recuperar la credibilidad de las instituciones de la República, para que encuentre su asidero la lucha por la equidad de género, donde las diferencia sexual no sólo entre hombres y mujeres, sino también entre los diferentes, condición que aseguró es una de las aportaciones más importantes del libro.
La senadora por el PRD añadió que en los nuevos proyectos de nación no hay ninguna visión de perspectiva de género y auguró que seguramente se hablará de ello en el próximo proceso electoral de 2006, en donde será necesario apelar a la ciudadanía plena de las mujeres, los hombres y los diferentes para dar paso a un nuevo pacto social.
Eduardo Liendro , del Colectivo de Hombres por Relaciones Igualitarias y autor de uno de los capítulos del libro dijo que este concepto plantea la equidad de género como un compromiso y una responsabilidad de toda la sociedad, «en donde como dice Silke (Helfrich) los hombres también son parte del problema pero también somos parte de la solución».
Destacó que hasta ahora la agenda de convocar a los hombres ha estado relacionada a hacerlos responsables de una participación más equitativa y no violenta en relación con las mujeres, una agenda que calificó de parcial, aunque muy necesaria, porque falta la propia agenda de los intereses de los hombres.
Sin embargo, reconoció que no se podrán pedirle a las mujeres que hagan esa tarea, por lo que aseguró que es necesario que los varones vean la problemática de género por necesidad de las mujeres y de los hombres, tal como lo plantea Democracia de Género.
Eduardo Liendro aseguró que el desafío de la democracia de género es compartir el poder , al tiempo de señalar que quienes ganan son los hombres, a pesar del profundo sentimiento de pérdida que experimentan al suponer la pérdida de privilegios.
Los hombres, añadió, tenemos que sumarnos a esta tarea aunque hasta medio siglo después cuando se podrán observar los cambios significativos, sobre todo ahora que debemos estar alertas ante los vientos de retroceso que soplan en el mundo como resultado de una ola conservadora, «tendremos que seguir trabajando a contracorriente».
Durante la presentación del libro, la responsable del programa de mujeres de la asociación civil Servicios del Pueblo Mixe, Sofía Robles, reconoció que la práctica de la democracia de género no es una tarea fácil, pero consideró necesario profundizar en un proyecto que se tendrá que seguir construyendo.
La presentación del libro Democracia de Género fue organizado también por Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad.
2004/SJ/LR
