El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, exhortó a que los países donantes hagan un esfuerzo para incrementar su porcentaje de apoyo a los países en vías de desarrollo, que requieren de aquí hasta el 2015, 50 mil millones de dólares anuales de asistencia oficial.
Durante la ceremonia de inauguración de la Cuarta Sesión Preparatoria de la Conferencia Mundial de Financiamiento al Desarrollo (FFD), que tendrá su verificativo en la ciudad de Monterrey del 18 al 22 del próximo mes de marzo, Kofi Annan dijo que los países más poderosos aún están por debajo del nivel de aportación de 0.7 por ciento de su Producto Interno Bruto a las naciones en crecimiento y en pobreza.
Dentro de los seis puntos planteados como metas para conseguir en la FFD, el secretario general de la ONU dijo que sería un gran logro que en Monterrey se anuncie un incremento de la aportación actual, por lo que exhortó a las naciones donantes a hacer un esfuerzo para conseguirlo.
Señaló que la Conferencia de Monterrey es una gran oportunidad de desbloquear los recursos financieros para el desarrollo, e hizo un llamado a las delegaciones gubernamentales para conseguir resultados tangibles en todos los puntos del programa, ya sea en los aspectos nacionales como internacionales y sistémicos.
En primer lugar, añadió, se debe fortalecer y agudizar el consenso para movilizar los recursos nacionales en los países en desarrollo y que éstos se beneficien de las corrientes de capital privada internacional y de la inversión extranjera directa.
Como punto dos, Annan destacó que en Monterrey se deberá reforzar lo conseguido en Doha, abarcando temas que no quedaron resueltos como los precios de las materias primas de los productos básicos.
La Conferencia en Monterrey, agregó en su tercer punto, debe constituir un hito en la historia de la asistencia oficial al desarrollo, tomando en cuenta la Declaración del Milenio que se realizó el 13 de septiembre del 2000.
Es necesario, dijo, explorar nuevas maneras de que los países acreedores respondan a sus procesos de deuda, y en especial aquellos de ingresos medios, para evitar que se repita el caso de Argentina. Ese fue el cuarto de los planteamientos.
En quinto lugar indicó que es necesario que los países en desarrollo tengan voz y voto cuando se discutan las destinos de la economía mundial; y por último consideró vital que se establezcan mecanismos de seguimiento para que se lleve a la practica lo conseguido.
Annan nombró oficialmente como sus representantes en Monterrey a Trebol Manuel, ministro de Finanzas de Sudáfrica, y a Michael Camdessus, ex director del FMI.
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