En excavaciones realizadas en cementerios clandestinos de las poblaciones de La Cama I y II y Sabillaguach, Chichicastenango, Quiché, se logró la exhumación de 16 osamentas, pertenecientes a 14 niños y niñas y 2 mujeres, informó la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala (Famdegua).
En un comunicado de prensa, la Famdegua indicó que en el proceso de exhumación participaron especialistas de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) y del equipo salud mental de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG) del 25 al 31 de octubre pasado.
De acuerdo con la asociación, la masacre ocurrió en marzo de 1982, cuando el ejército sorprendió a los campesinos de las tres comunidades, según testimonios de los sobrevivientes, la mayoría de las familias que se ubicaban en dichas aldeas «venían huyendo del ejército»; varias personas fueron asesinadas por los soldados y lanzadas a barrancos con más de 500 metros de profundidad.
El informe para la reconstrucción de la memoria histórica, elaborado por la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), señala que en el país se encuentran diseminados cientos de cementerios clandestinos sin que hasta la fecha los diferentes gobiernos inicien políticas de exhumaciones y mucho menos procesos jurídicos en contra de los responsables, anotó Famdegua.
La entidad pro derechos humanos demandó, al gobierno de Guatemala, una pronta y ágil investigación de los hechos ocurridos en varias comunidades y municipios de Quiché, además de que se comprometa a la aplicación de la justicia en los cientos de masacres perpetradas por el ejército durante el conflicto armando.
En un informe de la CEH se informa que entre 1981 y 1982, especialistas del ejército oriundos de Sacapulas y otros municipios de Quiché, que tenían acceso a la comandancia de la base militar número 20 de Santa Cruz del Quiché, dieron a conocer que habían órdenes de «matar a todos los indios».
2004/LR