Exponen ataques a defensoras de la tierra en foro de la ONU

Isabel Jiménez Salinas, indígena zapoteca integrante de la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco de Oaxaca, resaltó la importancia de involucrar a más mujeres en los procesos de toma de decisión, y en particular en las consultas sobre megaproyectos en las comunidades.
 
La defensora que trabaja en la región del Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca, participó en el Cuarto Foro de Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, que se realizó del 16 al 18 de noviembre en Ginebra, Suiza.
 
Ahí, Jiménez Salinas expuso las agresiones en su contra, tales  como amenazas, vigilancia y hasta disparos fuera de su domicilio, por su participación en el primer proceso de consulta indígena que el gobierno mexicano implementó para la construcción del megaproyecto energético de la Empresa Energía Eólica del Sur.
 
De acuerdo con la ONU, las defensoras de Derechos Humanos (DH) tienen una “conexión muy fuerte con sus tierras y territorios”, a los que ven como una fuente de vida, además de que ellas son las encargadas de brindar alimentos y agua limpia a sus familias y comunidades, por lo que los daños ambientales y la pérdida de sus propiedades y el desplazamiento dificultan aún más sus capacidades.
 
En ese contexto se organizó el panel en el que participó la activista junto con Lina Solano, defensora ecuatoriana integrante del Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama; Bonita Myersfield, directora de la organización CALS de Sudáfrica; Wendy Betts, directora de eyeWitness; Michael Addo, miembro del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos; e Inmaculada Barcia, consultora de AWID.
 
El debate giró sobre los desafíos que enfrentan las defensoras que luchan por proteger a sus familias y comunidades contra los daños por actividades empresariales.  
 
Los relatos y experiencias evidenciaron la necesidad de visibilizar el aporte de las defensoras frente los Estados, las empresas y los mecanismos de DH, y compartieron experiencias exitosas como la organización y resistencia colectiva, así como estrategias legales y de defensa nacional e internacional.
 
En su intervención, la activista oaxaqueña habló sobre la importancia de involucrar a más mujeres en los procesos de toma de decisión.
 
Respecto a la consulta indígena que el gobierno mexicano realizó para la construcción del megaproyecto eólico en su entidad, Isabel Jiménez la calificó como una “imposición”. “La consulta que exigimos nunca fue previa, porque ya había muchos contratos antes de la misma”, relató.
 
“Una de las estrategias que hemos implementado es el amparo. Con el acompañamiento de ProDESC (organización ambientalista) hemos interpuesto uno en contra de la fase informativa de la consulta y también en contra de toda la consulta; vimos la necesidad de interponerlo para protegernos, ya que la comunidad se ha dividido”, informó.
 
La defensora mencionó que ha sido agredida por su activismo en favor de la tierra y el territorio, además destacó que no es la única, pues de acuerdo con datos del Registro Mesoamericano de Agresiones a Defensoras de Derechos Humanos, entre 2012 y 2014 las defensoras de la tierra, el territorio y los recursos naturales fueron las más agredidas al contar 525 incidentes que representan el 31 por ciento de un total de mil 688 ataques registrados.
 
Por otra parte, en el caso de México, la propia Comisión Interamericana de Derechos Humanos, durante su reciente visita a nuestro país, observó el contexto en el cual trabajan las personas defensoras. La CIDH constató “la grave crisis de Derechos Humanos que vive México”.
 
15/AGM/RMB